14 Ago 2015

 

ROBERTO CARLOS ALVARADO GARCÍA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Entré al seminario a los 22 años, antes de entrar al seminario, como cualquier chavo de mi edad trabajaba, estudiaba, tenía planes de terminar una carrera, casarme y tener una muy bonita familia.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Cuando era niño formaba parte del grupo de monaguillos, lo que más me gustaba era ayudar en el altar, me impactaba el saber que el sacerdote tenía el poder de hacer presente a Jesús en cada celebración Eucarística.

Yo en el sacerdote vi a un hombre que siempre ayudaba  a los demás, se le veía feliz y alegre, sentía en mi corazón que Dios me decía ¿tú puedes ser sacerdote?

3. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Me llene de alegría, responsabilidad  de trabajar por el Reino de Dios y por los más necesitados que no conocen el amor de Dios.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Cuando les iba a dar la noticia a mis papás de que quería servir Dios recuerdo que oré mucho, pidiéndole que me ayudara a darles la noticia.

En esos días a mi mamá le entregaron la cruz vocacional en la que se nos pedía orar en familia por las vocaciones; recuerdo que al terminar la semana de rezar por las vocaciones  le dije primero a mi mamá: tus oraciones han sido escuchadas, quisiera consagrar mi vida siendo sacerdote. En estos días le he estado pidiendo a Dios el cómo decirles pero a través de esta cruz vocacional Dios me dio la respuesta´.
Mamá se sorprendió mucho y no me dijo nada hasta el siguiente día que habló con mi papá y me dijeron que me iban apoyar  en mi decisión.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Es ser en este mundo imagen del amor misericordioso de Cristo que siempre sale en busca de los más necesitados de su amor.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación.¿Cómo enfrentaste esto?
Si hubo momentos  difíciles en mi caminar vocacional  pero también he descubierto que Dios camina a mi lado y que a través de la oración se pueden vencer  muchas de las adversidades de la vida.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Uno de los retos que he enfrentado es la indiferencia de la gente ante las necesidades de los demás sobre todo con los más desprotegidos los que sufren se nos ha olvidado que en el otro también está el rostro de Cristo, un Cristo pobre y desprotegido que podemos ver diariamente en las calles.

 

JUAN REYNALDO DÍAZ CASTILLO

 1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Tenia 24 años y terminaba mi carrera Licenciado en Diseño Industrial y coordinaba grupos juveniles en mi parroquia.

 2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Precisamente al final de los estudios de licenciatura, comencé un proceso de discernimiento, en donde cerraba un ciclo y sentía en mi interior que el Señor me buscaba para algo más, y aparte buscaba mi felicidad.

3. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Alegría, confianza, compromiso y sentido de conversión.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Muy alegres, me respondieron que porqué me había tardado tanto en responder, ellos esperaban la decisión tiempo atrás

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Un compromiso con Dios a través de su pueblo, una responsabilidad para manifestar la misericordia del Señor.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Nunca he sentido una duda muy grande, siempre he tratado de confiar en el Señor, y ver qué es lo que quiere de mí incluso en los momentos difíciles del camino vocacional.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
El desinterés de buscar a Dios. Y el contrarrestar algunos deficiencias de la Iglesia.

 

DANIEL ALEJANDRO FRÍAS CALDERÓN

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Ingresé al Seminario a los 15 años, estudiaba el segundo semestre de la Preparatoria en la #15 Unidad Madero

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? ¿Cómo fue?
Cuando participaba en los grupos de misa con niños y tenía 9 años me llamaba mucho la atención la ayuda de los seminaristas de la parroquia en la misa. Después cuando cumplí 15 años me invitaron al grupo de Catequesis infantil, ahí conocí la espiritualidad de la RENOVACIÓN CARISMÁTICA EN EL ESPÍRITU SANTO, fui a un retiro y el llamado se intensificó. Me seguía llamando mucho la atención la vida sacerdotal y el servicio.

3. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Alegría y temor; porque conocer a Jesús y seguirlo es garantía de felicidad, paz, amor. Tenía miedo al principio de dejar todo por seguirlo.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Mi mamá me dijo: “Si es lo que tú quieres, yo te apoyaré…”
Mi hermano mayor: “Me gustaría tener un hermano sacerdote ejemplar…”

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Significa ser discípulo y amigo de Jesucristo, de tal manera que esto me hace vivir cerca de Él y amarlo. Un sacerdote es otro Cristo, refleja en su persona la grandeza de Dios.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Sí, lo pude superar y discernir gracias a la ayuda de mis amigos sacerdotes y seminaristas, sobretodo en la oración.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
+Indiferencia, muchas personas no quieren escuchar la Verdad.
+Conformismo, casi nadie quiere salir de su comodidad de vida.

 

ISRAEL GÓMEZ ESTRADA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
A los 22 años, estuve trabajando en una empresa donde empacaban carnes frías (se llama Supremo).

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
No fue un momento exacto, más bien fue en varios momentos a través de las personas que me rodeaban pero el momento que me ayudó a afirmar el llamado, fue en cierta ocasión en la que fui a la Capilla del Santísimo donde le pregunté al Señor que qué era lo que quería de mí. Y en ese momento le dije que sí a Dios.

3. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista? Demasiado miedo, el ser indigno para servir a Dios pero también mucha alegría, felicidad y ánimo.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
La noticia la recibieron con tristeza porque sabían que ya no estaría con ellos mucho tiempo pero me dijeron: “si eso es lo que quieres, te apoyamos”

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Un medio de salvación para las almas.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Hubo un padre que nos daba la materia de Psicopedagogía, él acostumbraba a ponernos un examen cada semana para que no fuera tan difícil presentar todo lo visto al final del semestre, en el primer examen saqué 68 de calificación, cuando vi la calificación pensé “no es por aquí mi camino, Dios se equivocó”… Después me di cuenta que el padre que nos daba la materia se equivocó y mi calificación era otra más alta.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
El que algunas personas se engañan diciendo que no necesitan o no quieren saber de Dios pero es por la situación en la que viven o por los problemas que tienen. Considero que uno de los grandes retos que hay en la actualidad, es el que crean de nuevo en el sacerdote, el limpiar la imagen de él a través del testimonio y las buenas obras a través de la entrega completa a las cosas de Dios.

 

JOSÉ LUIS GUERRA CASTAÑEDA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Tenía 24 años, ejercía como abogado, y tenía apostolado en mi Parroquia de Cristo Redentor.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Descubrí que Dios me llamaba a los 16 años, sin embargo decidí entregarles un título profesional a mis papás, la universidad y trabajar fue una gran experiencia de vida; descubrí mi vocación en un ambiente de apostolado estudio, fue y es una experiencia de fe.

3. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Incertidumbre y mucha alegría, Dios ha ido motivando mi vida a lo largo de los años del seminario, siento mucha alegría y gozo, temor y temblor; pero Dios me sostiene de eso no mas cabe duda.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Recuerdo su reacción de duda, tristeza, de rechazo; sin embargo la propia formación inició en ellos un proceso de conversión al grado de acceder a los sacramentos, especialmente mi mamá quien ya fue llamada por Dios a su presencia, le entregó su corazón a Dios y esa hasta hoy es una alegría en mi vida, el seminario transformó mi familia.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Un camino de fe, de adhesión a un misterio que rebasa toda posibilidad de explicar, es un camino a la santidad, ser otro Cristo en el mundo.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Si, sobre todo en la etapas iniciales; lo enfrente junto a mis formadores, junto al seminario, en el seminario encontré las luces de parte de Dios para decirle “si” en un camino que la Iglesia me confirma por medio de la ordenación, la duda se disipa cuando recuerdo por quien estoy en el Seminario: por Jesús.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Transmitir a un Cristo vivo, a pesar de mis limitaciones humanas. Dios actúa a pesar de los errores. Enfrentarse al mundo sin ser del mundo ha sido el reto.

 

ERICK ADRIÁN LEAL IBARRA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
19 años. Cursaba la carrera de Licenciado en Ciencias Computacionales en la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la UANL.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Luego de un largo proceso de discernimiento desde sexto de primaria. Un momento importante para decidirme fue un 12 de diciembre al llevar una ofrenda de flores a la Virgen de Guadalupe: a mi mente sólo venía la frase “No temas, no estoy yo aquí que soy tu madre?”; eso me impulsó a iniciar el proceso vocacional. La decisión fue mientras oraba en una hora santa y escuchar “Por que en ti lo que no hallaba encontré”: definitivamente sólo en Jesús y su invitación al sacerdocio encontré lo que buscaba y di el sí definitivo.

3. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Mucha paz y mucha alegría y esa sensación de no sentirse digno pero a la vez muy amado por Él.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
En un principio mis papás no aceptaron completamente mi decisión. Ellos me pedían terminar primero la carrera. Algunos de mi familia muy contentos, otros algo desconcertados. Pero desde que inicié en el 2006 he tenido el apoyo incondicional de mis papás, mis hermanas y toda mi familia.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Significa mantenerme fiel al llamado que Dios me hace y poner lo que está de mi parte para buscar siempre agradarle y poder ser una ofrenda viva para Dios y para su pueblo.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Más bien hubo momentos de discernimiento que los enfrente en oración con mi Amigo Jesús, acompañado por mi director espiritual y mis formadores, siempre de la mano de María.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Encontrar siempre modos sencillos de transmitirlo, hablar de Él sin muchos rodeos, el reto está en transmitir la experiencia de su amor misericordioso a la comunidad. Algunas comunidades se muestran apáticas, otras escépticas.

 

LUIS EDGAR MONTEJANO PECINA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Ingrese al seminario a la edad de 21 años, estudiaba y trabajaba.

Estudiaba la carrera de Licenciado en Administración en la UANL; además de laborar en una empresa automotriz de la marca CHRYSLER, como auxiliar del departamento de bodyshop en el área administrativa.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Creo que atendí el llamado a la vocación sacerdotal propiamente en mi apostolado dentro de la parroquia, estar al frente de los grupos de niños, adolescentes y jóvenes y ser miembro del consejo parroquial, creo que fueron elementos que me ayudaron a discernir este llamado, pero especialmente en el momento de la evangelización con jóvenes y adolescentes.

Pero lo que me ayudó mucho para descubrir este llamado fue hacer el PROCESO VOCACIONAL.

3. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Fue un sentimiento de mucha alegría que hasta la fecha puedo seguir experimentando, cada año que inicia la formación.
De darle sentido a mi renuncia a mi anterior plan de vida. Sentimiento de temor, porque no sabía a lo que me iba a enfrentar, pero muy dispuesto a vivir esta aventura de la fe. Vaya, al final de cuentas estoy junto con Dios y cuando se está con Él, todo pasa, pero todo se vive al cien.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Recuerdo que primero les comente que iba a realizar un proceso vocacional, y como iba avanzando el proceso fui clarificando el llamado a la vida sacerdotal, y les dije que iba a dejar todo lo que constituía en ese momento mi vida (trabajo, universidad, parroquia, vida social). Mis padres desde un inicio me apoyaron y recuerdo que sus palabras: “Hijo si es lo que a ti te hace feliz a nosotros nos hace feliz”; “Si vas a ser sacerdote, sé un sacerdote santo que realmente ayude y no estorbe.”

Las palabras que recibí el día que salí de la casa de mis papas fueron: “Edgar, aquí siempre tendrás tu casa y el día que tú quieras regresar aquí estará tu casa y tu familia que tanto te ama.”

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Bueno el llegar a ser sacerdote, uno experimenta un amor grande con Dios como su hijo, Dios siempre nos quiere felices, amorosos como Él lo es con nosotros. Llegar a ser sacerdote es conjugar todo mi ser con el de Dios, darle un sentido a mi vida, proyectando el amor de Dios a todos. Como un hijo que recibe de su padre lo mejor para darlo a los demás.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
No, no lo he dudado. Lo que puedo decir es que renunciar a mi plan de vida anterior y a mis sueños y proyecto como yo hubiese querido, cuesta mucho. Es una lucha interna, pero lo enfrente cuando fui sincero conmigo mismo y con Dios, por medio de la oración, dirección espiritual y las herramientas de la formación, donde encontré armonía entre razón y corazón para seguir con un SÍ seguro y no titubeante.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Para la mayor gloria de Dios, en mi caminar vocacional tuve dos retos importantes que me han marcado en mi vida formativa:

La evangelización a la comunidad sorda; que era desde aprender el lenguaje de señas o de signos como buscar los medios actuales de pedagogía para anunciar la palabra de Dios. Ha sido un reto grande en mi vida porque adentrarme a la realidad del sordo es muy diferente a la vida cotidiana.

Y un segundo reto es la promoción vocacional a la vida sacerdotal; poder adentrarme al trato de las personas con su inquietud vocacional es una experiencia que me ha marcado, porque despierta y reaviva mi propia vocación y me pone a reflexionar y meditar la realidad de los jóvenes para responderle al Señor con un Sí, que implica dar toda tu vida, y encuentras lo más grande de la Vida.

 

JUAN ARMANDO PÉREZ ARANDA

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
A los 21 años de edad y estudiaba Ingeniero en Sistemas y trabajaba en una empresa de pintura unos meses antes de entrar al seminario.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
A través de asistir a un retiro llamado FIAT en mi parroquia de la Candelaria.

3. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Sentimientos de una enorme alegría, de ganas de responder a Dios con entera entrega y servicio a su Pueblo.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Mi madre me dijo que no estaba tan de acuerdo con la idea de entrar al seminario pero que me apoyaba en todo y mi padre me dijo que no, porque como soy hijo único no iba a tener nietos pero al pasar de los años mis padres están muy felices con mi vida en el seminario.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Significa estar siempre alegre y dispuesto a cumplir su voluntad en la Iglesia y siempre al servicio del Pueblo de Dios.

6. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Si, cuando mi papá tuvo una caída y se golpeo en la cabeza y con este suceso le dio demencia senil yo pensé en salirme pero con el apoyo de un sacerdote amigo: el Padre Abuelo, salí adelante en mi vocación.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Que por el trabajo que tienen y las distancias es complicado que se comprometan a estar mas de lleno en la vida activa de la Iglesia; también que en algunos casos al no ver la ayuda del sacerdote se alejan de la Iglesia, siendo que el sacerdote no es la Iglesia.

 

EDWIN ALBERTO ROMO GARCÍA

 1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
Entré a los 24 años, me titulé como Ingeniero Químico Administrador y trabajaba en Vitro.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Mi vocación la descubrí aproximadamente 8 meses antes de iniciar el Seminario, en acompañamiento con sacerdotes Misioneros de Guadalupe.

3. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Me sentí lleno de gozo y de confianza ante el llamado de Dios; pero también experimenté temor de no saber qué era lo que iba a suceder.

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
La recibieron con alegría e incertidumbre. Sus palabras fueron: “Vamos hijo, nosotros te apoyamos en tus decisiones”.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Me siento bendecido por Dios, feliz y comprometido con el reto de ser Sacerdote Hoy.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Sí hubo un momento en el que dude, fue en el segundo año de formación. Lo enfrenté compartiendo mi inquietud con mi director espiritual, mis padres y mis amigos. Ellos me ayudaron a recobrar la calma y a volver al momento “ancla” de mi vocación.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
El reto más difícil ha sido convencer a lo que me rodean que: ¡Seguir a Cristo es la locura más grande para ser feliz!

 

RODRIGO ELISEO SÁNCHEZ GONZÁLEZ

1. ¿A qué edad entras al Seminario, y que hacías antes de descubrir tu vocación?
24 años, estaba trabajando en el negocio familiar.

2. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Pues fue en el contacto con los demás, en las misiones, en los retiros, al encontrarme con otros me encontraba con Dios, y me pregunte si Dios me llamaba para ser signo de su presencia en medio de los hombres y pues aquí estoy.

3. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?
Pues primero dudas, al principio me abrumaba lo que implica una decisión así, pero me di cuenta que entrar en el seminario es un camino de discernimiento y preparación para afrontar la decisión de la mejor manera posible, ahora con paz y alegría

4. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?
Fue algo curioso, yo pensaba que mi papá se iba a enojar y mi mamá me iba a apoyar, pero fue al revés. Mi papá solo me dijo ¿Por qué no me había dicho antes?, y mi mamá que ella pensaba que ese no era mi camino. Pero desde que entre al seminario me han apoyado siempre.

5. ¿Qué significa para ti llegar a ser Sacerdote?
Es un signo visible del amor de Dios por los hombres y por la Iglesia.

6. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?
Si, teniendo un fundamento firme, un ancla donde asirme en medio de las dificultados, ese fundamento, es el amor de Dios y el llamado que él hace, el deseo de querer llevar su palabra y su presencia a los demás.

7. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?
Indiferencia, apatía, desconfianza, dispersión, hay mucho ruido en el mundo en que vivimos, y en ocasiones no es fácil escuchar la voz de Dios.