12 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

Mi vocación surge sirviendo en mi comunidad parroquial, en el servicio y la oración descubrí la voz de Dios que me invitaba a seguirle, estando en la facultad decidí pedir mi ingreso al seminario, mi llamado no fue impetuoso como podría esperarse que sea la voz de Dios, sino sosegado, fue despacio permeando en mi alma y en mi corazón, y decidí y decido responder con un sí, como hace diez años sigo respondiendo sí a este plan de amor, un plan que me es propuesto no porque sea el mejor, o el más santo, sino por puro amor y gracia de Dios.

 

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

De miedo e indignidad, de no ser capaz de responder la misión a la cual Dios me llamaba, pero a lo largo de mi formación esos miedos se fueron disipando

 

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

Se extrañaron mucho al principio, pero inmediatamente lo aceptaron y me apoyaron.

 

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Significa una consagración total a Dios, responder su llamado y caminar hacia Él, es consagrarme en el servicio a Dios en su pueblo.

 

5. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación? ¿Cómo enfrentaste esto?

No, aunque al principio fue difícil salir de mi casa y entrar en un mundo nuevo, pero gracias a Dios las amistades que fui formando en el seminario me ayudaron a seguir adelante

 

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?

El reto es conmigo mismo, es estar siempre dispuesto a la voluntad de Dios, estar abierto a su voz que guía constantemente a su Iglesia