22 Jul 2016

HELLO! 1

Por: Abraham González Escamilla, seminarista.

Agradecimiento es la única palabra que se me viene a la mente cuando pienso en misiones.

Verdaderamente el Espíritu Santo hace todo el trabajo, uno llega con todos los planes y con toda la actitud, pero Dios nos cambia la jugada en todo momento y te das cuenta de que en verdad es Él quien guía la misión, es Cristo el que te dice a quién acercarte, qué casa visitar, qué palabra decir y dónde buscar.

Regreso a mi casa viéndome como un simple un instrumento en las manos de Dios.

Si me pidieran tres consejos antes de irse de Misiones les diría esto:

  • Primero: confiésate, para que la gracia de Dios fluya.
  • Segundo: no cargues nada, aveces uno quiere llevar, computadora, proyector, tecnología etc… No se ocupa, a la gente le interesa escuchar tu testimonio de Dios en tu vida.
  • Tercero: lleva a María, siempre déjate acompañar por la Mamá de Jesús, Ella obrará milagros en tus misiones.

No tengo palabras para agradecerle a todos los grupos parroquiales por toda su ayuda en nuestras misiones de verano, solo puedo decir que “a mí me mueve Jesús” y Él le da sentido a mi vida.