En un día como hoy, hace 20 años (13 de agosto de 1995), el Cardenal D. Adolfo Antonio Suárez Rivera inauguró y bendijo las primeras instalaciones de un modernismo conjunto de edificios del Seminario, en Juárez, N. L., y celebró la primera Misa del curso respectivo.

He aquí una breve crónica de cómo se fue gestando todo este proyecto puesto en las manos de Dios:

  • El 21 de enero de 1993 decía en una circular el Arzobispo Adolfo Antonio Suárez Rivera: “El Seminario Arquidiocesano de Monterrey ha llegado a tener 504 alumnos, y las instalaciones de sus actuales edificios fueron planeados para 314 seminaristas, por lo que se ha propuesto la realización de unos nuevos edificios”
  • El 4 de abril de 1994 fue bendecida y colocada la primera piedra. Se empezaron los primeros trabajos en la construcción del edificio para el nuevo Seminario en Cd. Juárez, Nuevo León.
  • El 12 de Febrero de 1993, en ocasión de las Fiestas del Bicentenario del Seminario de Monterrey, el Arzobispo Adolfo Antonio Suárez Rivera precisó el deseo y la necesidad de contar con un nuevo edificio para nuestro Seminario, lo mismo que la necesidad de contar con una biblioteca mejor organizada.
    Y así comenzó la búsqueda de un terreno apropiado para ello. Y habiéndose recibido en donativo un terreno para tal efecto en Cd. Benito Juárez, N.L., se dio inicio a los estudios y proyectos para la construcción de dicho edificio.
  • Ya desde el lunes 7 de agosto de 1995 se iniciaron las primeras clases, dando inicio al primer curso escolar en las nuevas instalaciones.
  • Dios, Padre y Pastor de todos los hombres, Tú quieres que no falten hoy día, hombres de fe, que consagren sus vidas al servicio del evangelio y al cuidado de la Iglesia, haz que tu Espíritu Santo ilumine los corazones, y fortalezca las voluntades de tus fieles, para que, acogiendo tu llamado, lleguen a ser los Sacerdotes que tu Pueblo necesita.
    La cosecha es abundante, y los operarios pocos. Envía, Señor, operarios a tu mies.
    Santísima Virgen del Roble, Madre de las vocaciones, ruega por nosotros. Amén.

 

Con información de:
Centro de Investigación Histórica de la Arquidiócesis de Monterrey (CIHAM)