22 Ago 2015

En este fin de semana comenzamos en nuestro Seminario de Monterrey la experiencia del apostolado, somos enviados por Jesús a proclamar la buena nueva de Cristo.

El objetivo de nuestro Seminario será el llevar el rostro de un Cristo alegre, disponible, abierto a toda persona que necesita ser acompañada y escuchada; y más en realidades vulnerables donde se experimenta la desigualdad y la injusticia.

El apostolado nos llama a ser profetas en un pueblo que muchas veces se queda callado ante el dolor de la enfermedad, del encierro de las cárceles, de las esquinas de los chavos banda, ante la discriminación por quien tiene una capacidad diferente, o simplemente están excluidos de la dimensión de la fe. Todos compartimos un llamado y este llamado se llama vocación.

Hoy salimos alrededor de doscientos seminaristas con mucha alegría, dispuestos más que a “convencer” a ser partícipes de las grandezas del Reino; a crecer como agentes vocacionales y decirle al mundo que tiene un llamado a la santidad de vida y a la respuesta ante la propuesta de Dios en cada ser humano, salimos los seminaristas con la antorcha prestada por el mismo Jesús a vivir en la caridad y la verdad, a conocer realidades nuevas y renovarnos en la fe.

En esta etapa nos proponemos trabajar en diversas áreas de pastoral de nuestra arquidiócesis; con los enfermos, los encarcelados, con drogadictos, con los chavos banda, con indigentes, los migrantes, etc. Todos estos frentes serán un reto y horizonte para sensibilizarnos en la fe y en la respuesta a un llamado que Dios nos hace, a seguirlo y a estar con Él.

Reto importante también será la vocacionalización de nuestro ejercicio pastoral; todos somos llamados a participar de manera específica en la proclamación del Reino de Dios, y todos compartimos este llamado, un compromiso será que desde nuestra alegría podamos contagiar lo que Dios hace en nosotros, que es formarnos en un corazón sacerdotal.

Hoy salimos los jóvenes que queremos ser sacerdotes, que queremos compartir el llamado al que nos sentimos llamados e incluir a toda persona que Dios nos presente, tal como dice el Papa Francisco “Cristo nos presenta su pueblo para que lo ayudemos en la misión de evangelizar”, este es el reto ayudar a Cristo a evangelizar en el llamado que nos hace.

¡TU PUEDES SER PARTE DE ESTA MISIÓN, ORA POR NOSOTROS Y PARTICIPA DEL PROYECTO DE DIOS!