Por: Departamento de Comunicación

Es poco el espacio para agradecer a los más de 600 Colaboradores Voluntarios quienes día a día con oración y tiempo hacen posible la formación y manutención de los jóvenes seminaristas que han dado el SÍ a Dios como respuesta a la Vocación Sacerdotal.

A pie, en camión, con lluvia, sol o en la enfermedad, mes a mes los Colaboradores salen de su rutina para recolectar casa por casa los donativos de los más de 15 mil bienhechores que se han inscrito para ayudar al sostenimiento y manutención de los seminaristas. Se valen del apoyo de sus hijos, nietos o esposos para cumplir con el compromiso de fe y entrega a Dios.

Gracias a ellos ha sido posible mantener viva nuestra Iglesia, con profundo agradecimiento el Seminario de Monterrey pide cada día a Dios por ustedes, en especial por quienes el 4 de mayo celebraron 30 años de servicio.

A manera de agradecimiento y celebración Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de la Arquidiócesis de Monterrey, ofició una misa de acción de gracias en su honor así mismo les entregó como reconocimientos a los festejados diplomas, cirios y una cruz (asignada para los papás de los seminaristas ordenados).  El evento se llevó a cabo en el Seminario Menor en San Pedro Garza García.

En 30 años han sido parte de:

Formación y manutención alumnos 30 generaciones de seminaristas

336 Diáconos Ordenados

303 Sacerdotes Ordenados

13 Obispos egresados del Seminario de Monterrey (De los cuales 3 son Arzobispos)

Algunas de las Colaboradoras Voluntarias nos cuentas su experiencias, retos y gratificaciones de lo que ha sido apoyar a las vocaciones sacerdotales.

¡Conócelas!

 

“SIGAN ADELANTE”

Sra. María Alicia Lozano de Mtz. y Sr. Aurelio J. Martínez Benavides (+)

Especial agradecimiento a la Sra. María Alicia y su esposo Aurelio (QEPD), ya que fueron ellos quienes hace 30 años a petición del Arzobispo Adolfo Suárez Rivera y del Pbro. Lorenzo Javier Barrera Charles ecónomo en aquel tiempo, iniciaron el Departamento de Economía y la red de Colaboradoras Voluntarias en beneficio de los futuros sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey.

LA INVITACIÓN
“…Cuando Don Adolfo Suárez Rivera nos explicó todos los gastos y necesidades del seminario y que la Arquidiócesis ya no iba a poder apoyarlo, es ahí es cuando nos invita a  mi esposo y a mí a ayudar al Seminario de Monterrey. Mi esposo, quien era contador, sugirió empezar a buscar donadores por todo Monterrey para ayudar al seminario y fue así como entre amistades y conocidos iniciaron a sumarse los bienhechores y colaboradores voluntarios.”

SURGE EL DEPARTAMENTO DE ECONOMÍA
“El Departamento de Economía inició en una recámara de vistitas del Seminario Menor, todos los días llevábamos y traíamos la papelería ya que teníamos que dejar la recámara  igual por si la llegaban a utilizar para sacerdotes.

El padre Lorenzo,  el ecónomo en aquel entonces nos dijo: “Tienen que durar por lo menos 5 años…” y eso fue hace ya 30 años. “

TODO POR LOS MUCHACHOS
“Juanita Camero Maldonado fue un gran apoyo de todos los días para poder hacer crecer la ayuda para los seminaristas.

Lo iniciamos pensando en ayudar a la iglesia y al seminario, donde se forman los muchachos, conocimos a todos los primeros … fueron como nuestros hijos.

Hoy en día sigo recogiendo donativos por ellos.

El seminario es un semillero de sacerdotes, para mi es algo importantísimo saber que he ayudado a formarlos.

Nuestro mayor reto y logro fue sacarlos adelante y verlos llegar a ser sacerdotes, también lo fue haber apoyado la construcción de el Seminario de Juárez.”

COLABORADORAS: SIGAN ADELANTE
“Le pido a todas las colaboradoras que sigan adelante, no tiene idea lo hermoso que es seguir ayudando… cada ordenación me emociono mucho, es algo grandísimo.

 

“EL SEMINARIO ME HA AYUDADO A MÍ”

Sra. Laura Sánchez de Alanís

NO LAS DEJO POR NADA
“Son muchas las satisfacciones que he tenido al ayudar al Seminario…  al mismo tiempo es el seminario quien me ha ayudado a mí ya que he hecho amistades muy bonitas, amistades hermosas que no me gustaría dejarlas. Yo no dejo a mis señoras por nada.

Me dicen que tengo 30 años de ayudar, pero se me ha hecho muy poco tiempo.

Hay que ser perseverantes, para mí no ha sido nada difícil, es una labor muy bonita, con el tiempo vas conociendo a las personas y te enriquecen con sus pláticas.

Conocer a las amistades que tengo ha sido una gran bendición. Si no fuera por el seminario no conocería a tantas personas tan hermosas, ahora con mis hijos casados me llena de alegría.

Tengo un hijo sacerdote, tiene ya 26 años de ordenado.

En ningún momento he dicho, ya no puedo. Tengo voluntarias que les queda más cerca otra coordinadora  y no, me piden a mí, ya son amigas de toda la vida, se convierten en tu familia… esa es la mayor bendición que me ha dado el seminario. Espero que mis hijos y mis nietas sigan mi camino y algún día ellas continúen.

CON LA AYUDA DE DIOS VAN A LLEGAR
“A los seminaristas le pido perseverancia, con la ayuda de Dios van a llegar ¡ustedes pueden!

Hasta que Dios me lo permita seguiré colaborando, es una satisfacción bien grande saber que trabajo aunque sea un poquito por los seminaristas.

Siempre estamos pidiendo por las vocaciones y por los seminaristas, por que perseveren.”

 

“PERDER MI PIERNA NO HA SIDO OBSTÁCULO”

Sra. Elsa Yolanda Cárdenas Gracia


LLEGAR SIEMPRE CON UNA SONRISA
“Tengo 30 años de ser colaboradora, gracias a Dios.

Inicié como bienhechora y vi en la revista que necesitaban apoyo en la recolección de los donativos y me apunté, poco a poco fue creciendo mi grupo entre vecinas, amigas y familiares.

Hay que ir con mucho amor, sin exigir, siempre llegar con una sonrisa y la mejor disposición.

Al principio la gente desconfía, con el tiempo se convierten en tus amigas y aprovechas para tomar el café y platicar con ellas.”

INICIÉ A PIE
“Inicié recolectando a pie, antes me acompañaba mi hijo el más chiquito a él le gustaba acompañarme por los donativos, ahora me acompañan mis nietas y les digo que cuando yo ya no pueda ojalá ellas continúen.

El perder mi pierna no ha sido un obstáculo continuar, cuando supieron mis bienhechoras la mayoría viene ahora a mi casa a traer su donativo o saliendo de la rehabilitación mi hijo me lleva a entregar papelería o visitarlas.  Incluso tengo un matrimonio que se cambio a Apodaca y aún así vienen desde allá a entregarme cada mes su donativo y me dicen que aprovechan para visitarme.”

ES EL AMOR QUE LE TENGO A LOS MUCHACHOS
“Han sido muchas las satisfacciones que he tenido, el sólo pensar en retirarme siento muy feo, yo voy a seguir hasta que Dios lo permita, le pido siempre que me deje verlos seguir ordenándose como sacerdotes.

Es bien bonito ver a los seminaristas llegar al último, verlos en sus ordenaciones, es una satisfacción bien grande, a todos los quiero mucho. Dios es quien que me puso en este camino.

Es como si hubieran pasado 4 o 5 años, no se si sea el amor que le tengo a todos los muchachos, aunque ello no me conozcan, yo a ellos los quiero mucho y le pido a Diosito siempre por ellos.”