19 Jul 2016

Por: Carlos Alberto de Jesús Reyes García, Tercero de Filosofía.

Las Misiones Vocacionales 2016 son un tiempo de gracia para la Iglesia de Monterrey. Ha sido una gran tarea, una gran labor  por parte de todos. Es impresionante la respuesta de los fieles laicos a lo largo de estos días que llevamos de misiones, pero es más impresionante la presencia de Dios.

La vitalidad y entusiasmo de los jóvenes, la pureza e inocencia de los niños, el amor y la entrega admirables de los fieles laicos, y la sabiduría y ganas de vivir de los adultos mayores, son las cualidades principales que he podido percibir en estas misiones. He visto a Dios en todos ellos, no tengo duda alguna de esto. Dios está con nosotros por eso estamos alegres, entusiastas, con ganas de decirle al mundo que Dios tiene un proyecto para todos, que nos hace los seres humanos más felices del mundo. ¡Dios llama y eso no hay duda!

Todos los que han sido parte de este proyecto “Misiones Vocacionales 2016” me han demostrado a un Dios vivo, que en medio de todo lo que pudiera pasar en nuestro actual mundo, ÉL vive, un Dios que vive para siempre. Creo que estas palabras no me alcanzan para expresar la presencia de Dios en medio de nosotros. HAY TANTO EN MI CORAZÓN y estoy totalmente agradecido con este Dios que vive, el amor es la prueba más palpable que Dios ha tenido para con este humilde servidor, a través de toda la bella gente de las comunidades.

Una de las actividades que realizamos en la misión es la visita a enfermos y quiero terminar este breve mensaje con unas palabras de un adulto mayor que fuimos a visitar a su casa. Esta buena mujer nos decía que sólo estaba esperando el momento en que El Señor la recogiera: “Me estoy preparando para que Dios me encuentre bonita, muy bonita… pero muy bonita del alma… son las palabras de esta bella mujer que prepara su alma para el encuentro con Dios. Así es nuestra vida, que nos prepara para ser felices eternamente.

Ahora estamos por terminar la misión, pidamos a Dios que llame a muchos de estos jóvenes entusiastas a que respondan a este proyecto de Dios que nos hará felices. En comunión de oraciones.