13 Feb 2017

A unos meses después que el Papa Francisco canonizara al adolescente cristero San José Sánchez del Río, la devoción y cariño hacia este santo ha crecido. Hemos visto como en muchos lugares han tomado la vida de “Joselito” como modelo, no sólo para la juventud sino para toda la Iglesia. De forma particular, los seminaristas el Seminario Menor pidieron al Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, que San José Sánchez del Río fuera declarado patrono principal del Seminario Menor.

La confirmación de esta noticia fue dada por el secretario canciller de nuestra Arquidiócesis el pasado 21 de enero al terminar la Eucaristía en donde se había revestido e impuesto la sotana a los seminaristas. Sin embargo, fue hasta el pasado 10 de febrero, día en que la Santa Sede ha fijado como propio para conmemorar la memoria de Joselito; en donde fue entronizada una reliquia de primer grado en la casa del Seminario Menor.

En la Celebración Eucarística el P. Ángel Montoya, coordinador del este instituto,  leyó ante la asamblea el decreto del Sr. Arzobispo en donde declaraba la autenticidad de la reliquia y mandaba la veneración pública de la misma junto a la imagen de San José Sánchez del Río.

Durante la homilía Mons. Rogelio Cabrera, enfatizo en algunas características del martirio, en primer lugar diciendo que el martirio no es una coincidencia sino una gracia, porque Dios la concede a quien quiere; seguido que el martirio es una lucha en donde el mártir decide libremente dar lo más valioso que tiene, la vida; por último el martirio es una victoria porque Cristo es quien otorga el gozo de la vida eterna al mártir.  Finalmente, el Sr. Arzobispo hizo una invitación clara a los seminaristas tomando como modelo la vida del mártir, dijo: “Que la vida de Joselito, ayude a nuestro Seminario a amar a la Iglesia, imitar a la Santísima Virgen María y a acrecentar nuestro celo apostólico”.

No es coincidencia que en nuestro Seminario cuente con el patronato y reliquias de dos mártires de la Iglesia: San Teófimo y San José Sánchez del Río, la formación y la vida de cada uno de los seminaristas debe estar siempre en constante entrega por el pueblo de Dios, ¡Hasta dar la vida por Cristo y por su Iglesia!

Departamento de Comunicación.