10 Mar 2017

Hola a todos!

Estamos próximos a celebrar la Semana Santa, después de vivir el tiempo de preparación de la Cuaresma, con gran espíritu de sacrificio y acercamiento a Dios. La Semana Santa es el momento culminante en la espiritualidad de los católicos, es ésta, en la que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Pero, ¿qué celebramos en la Semana Santa?; ¿para qué los oficios divinos, es acaso una tradición en desuso, sólo para la gente mayor…?

Para nada, es un recorrido por toda la vivencia de Nuestro Señor Jesús, que nos hace recordar lo que Él quiso pasar para la salvación de todos nosotros y más allá de un simple recordatorio, son medios de enseñanza que nos llevan a conocer el verdadero sentido de nuestra vida centrada en el ejemplo de Jesús.

 

JUEVES SANTO: este día celebramos la misa de la Cena del Señor. Como punto central es la institución de la Eucaristía, donde Jesús confió el ministerio del orden sagrado (sacerdocio), a sus discípulos, que a su vez, ellos los confirieron a sus discípulos, iniciando así la sucesión apostólica, que sigue hasta el día de hoy por medio de los obispos. Dentro de la celebración, se lleva el lavatorio de pies, donde Jesús, siendo él, el Maestro y Señor, se hace el servidor de los demás.

 

VIERNES SANTO: este día celebramos la muerte de nuestro Señor Jesucristo. Por una antigua tradición, el Viernes Santo, esta cargado de celebración que simbolizan el calvario de Jesús, siendo un día de luto, la Iglesia manda omitir este día el sacrificio eucarístico, celebrándose así, después del medio día, la Pasión del Señor que consta de tres partes: Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz y Sagrada Comunión. También es importante recordar que es un día de ayuno y abstinencia. Como sabemos, el ayuno es el acto de reservarnos de un alimento sustancioso, muchos acostumbramos comer un pan con un vaso de agua por la mañana con una comida y cena ligera; la abstinencia es el hecho de abstenerse de comer carne roja, uno de los dos días obligados por la Iglesia. También se acostumbra hacer la procesión del silencio por la noche, en conjunto, estas celebraciones nos acercan al misterio de la Pasión de Jesús, donde vemos el amor que Dios tuvo con nosotros, y como cita el evangelista san Juan: «Tanto amó Dios al mundo que envío a su Hijo único» (Jn 3,16).

 

SÁBADO SANTO: celebramos la Vigilia Pascual, madre de todas las celebraciones, punto culminante de nuestra fe, recuerdo del paso entre la Muerte y la Resurrección de Jesús. Esta celebración, un poco larga para muchos de nosotros, es un paso por todas las Escrituras con el cumplimiento final de las mismas en la Resurrección de Jesús; con el cántico de Pregón Pascual, el cual recomiendo que lo lean antes de la celebración, se reconoce la Resurrección de Jesús, dando así la victoria sobre la muerte a todos los hombres de buena voluntad.

 

Por lo tanto, es importante recordar las enseñanzas de la Semana Santa, para muchos serán días de misión, para otros serán días de servicio en nuestras comunidades parroquiales, experiencia enriquecedora, que nos hace vivir más de cerca el Misterio Pascual de Cristo pero, más allá de este servicio, la enseñanza es algo que no puede faltar. Jueves Santo, nos da ejemplo de ser un buen cristiano, teniendo que convertirnos en el servidor de los demás, lavar los pies al otro, no es humillarse ante los demás es ser caritativo con todos; el Viernes Santo, es saber hacer sacrificios por mi santificación y la de los demás, el sacrificio está muy en desuso pero, tenemos que tener un sentido siempre presente del sacrificio que Jesús hizo por nosotros y ser capaces de sacrificarnos nosotros también, por los demás. El Sábado Santo, nos hace ver el triunfo de Dios sobre el pecado, la vida eterna se nos ha dado por Jesucristo, es tarea de nosotros, conservarla día con día a través de nuestros actos de amor a Dios y a nuestros hermanos.

¡Felices pascuas de Resurrección!