22 Nov 2017

El 23 de octubre se cumplieron 9 años de que fueran entronizadas en la parroquia Cristo Rey, las reliquias de 25 mártires mexicanos de la Cristiada, canonizados por san Juan Pablo II el 21 de mayo del año 2000. Y una más, del beato Padre Miguel Agustín Pro. Las otras dos reliquia son, una del Quinto Obispo de Veracruz, San Rafael Guízar, y otra de Santa María de Jesús Sacramentado Venegas, fundadora de las Hijas del Sagrado Corazón.

El Padre Jorge Rodríguez Moya, párroco de dicha comunidad, consiguió las 28 reliquias, después de largas gestiones realizadas con las diferentes diócesis que custodian sus restos. Las pequeñas osamentas concedidas de cada uno de ellos, fueron dividas en dos, para colocar una parte en la corona de espinas y la otra parte en una cruz procesional que su utiliza en las mayores solemnidades de Nuestra Arquidiócesis de Monterrey, que fue bendecida por el Papa Benedicto XVI en su visita a México, en Guanajuato, en el año 2012. Y que ha peregrinado entre las diferentes diócesis de México.

La parroquia Cristo Rey está inspirado en la iglesia de Notre Dame en Raincy, París, y está ubicada en Villagrán, entre Madero y Reforma, en el Centro de Monterrey. El martirio, según el Catecismo de la Iglesia Católica (No. 2473) es el supremo testimonio de la verdad en la fe; es un testimonio que llega hasta la muerte, en defensa de una verdad de fe y de la doctrina cristiana.

 

Gilberto Eliud Gómez Pérez