- BY Seminario de Monterrey
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El Seminario de Monterrey fue fundado canónicamente el 19 de diciembre de 1792, «bajo la advocación de la Asunción de Nuestra Señora y de San Antonio de Padua», pero la apertura a los primeros seminaristas y el inicio de clases data del 12 de febrero de 1793, con una ceremonia que se realizó en la capilla de sus instalaciones.
Durante la primera mitad del siglo XIX el Seminario era la «única institución de educación superior en el noreste de México». La mayoría de los obispos de esta época mencionan en sus informes, que la institución frecuentemente estaba en situación económica difícil, que no había recursos suficientes, ni económicos ni humanos, para llevar a cabo la labor formativa. Sin embargo, los intentos por organizar dicha institución, sobre todo en el área académica, fueron constantes. Existen noticias de que el Seminario de Monterrey ofrecía, desde principios del siglo XIX, las cátedras de:
Teología Escolástica, Teología Moral, Filosofía y Latinidad y hacia 1823 se fundó la cátedra de Derecho Canónico y Civil.
Desde finales del siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX, el Seminario pasó por diferentes crisis provocadas por la situación política del país, no obstante se buscó llevar a cabo un proyecto que le diera consistencia a la institución. Para esto se llamó a los padres de la Congregación de la Misión, comunmente llamados paúles o vicentinos, quienes firmaron un contrato con José Ignacio Montes de Oca, obispo de Linares-Monterrey durante el período de 1879 a 1884, para encargarse del Seminario.
Al iniciar el siglo XX, a causa de la Revolución y la persecución que ella desató, el Seminario tuvo que establecerse en Castroville Texas y será hasta 1917 cuando se restablecerá en Monterrey, pasando por diferentes domicilios del centro de la ciudad.
Hacia 1935, el Seminario se estableció en el anexo del actual Templo de San Luis Gonzaga, después volvió a pasar por una etapa itinerante en 14 domicilios diferentes, debido a otro período de inestabilidad política, y una vez lograda la estabilidad en las relaciones Iglesia-Estado, se volvió a ubicar en San Luis Gonzaga.
Dos décadas más tarde, en 1959, se terminó de construir el proyecto del Seminario de Monterrey, en el municipio de San Pedro Garza García, siendo el Arzobispo don Alfonso Espino y Silva. Ahí se concentraban los Seminarios Menor y Mayor. En 1983 inició sus funciones una segunda casa del seminario para el Curso Introductorio, con domicilio en Allende, N.L.
Finalmente, en 1992, después de los festejos del bicentenario, se empezó a elaborar el proyecto para construir un nuevo Seminario Mayor, siendo el Arzobispo don Adolfo Antonio Suárez Rivera. Éste tendría como característica principal, el propiciar la formación gradual de los futuros pastores del pueblo de Dios. Las instalaciones debían procurar la salud, la vida espiritual y la ciencia de los seminaristas (comedores, capillas y aulas). La primera piedra se colocó el 4 de abril de 1994 en la carretera a San Mateo km. 3.5, ciudad Benito Juárez, N.L., e inició sus funciones en agosto de 1995 continuando hasta nuestros días.
Pbro. Jesús Treviño Guajardo
Formador Instituto de Teología