- BY Seminario de Monterrey
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Hola, mi nombre es Reyna Reyna Reyna y estoy casada con Francisco Barbosa Rocha, llevamos 31 años de casados. Tenemos tres hijos: Francisco, Mario Ernesto y Juan José que por gracia de Dios fue ordenado sacerdote el pasado 15 de agosto del 2023; a continuación, les platicaré un poco de cómo Dios se fue manifestando en nuestra familia a través de señales que se fueron dando en el caminar de Juan José.
Yo creo que la vocación de Juan José se fue manifestando de diferentes maneras o dando diversas señales a través de su vida hasta llegar a su Ordenación. Fui una mujer educada en la fe por mis padres y ellos tenían una gran fe en la Virgen de San Juan de los Lagos y era muy común para mí que me llevaran a visitarla con frecuencia, ya que ellos platicaban de experiencias muy hermosas gracias a su valiosa intercesión.
Mi madre nos decía a mí y mis hermanos, que mis abuelos le pusieron el nombre de Juanita por una manda que le prometieron a la Virgen, para que le diera su salud por lo prematuro de su nacimiento y mi papá nos platicaba que a él se le aparecía cuando era niño y que le daba miedo cuando eso sucedía, ya que no sabía quién era, cuando él se da cuenta y razona quién es dijo; creciendo te iré a visitar. Es por ello que yo conocí a la Virgen de san Juan de los Lagos, si no mal recuerdo, fue la primer Virgen que conocí y mi fe fue creciendo para con ella.
Creo firmemente en que son llamados desde el vientre, una de las primeras señales fue cuando tenía unos 4 meses de embarazo, anualmente se organiza la visita de la Virgen de San Juan de los Lagos y siempre como familia asistimos. En aquella ocasión tocó la visita de la Virgen Peregrina a Monterrey, en una de esas ocasiones que vino yo me encontraba embarazada de Juan José y tenía amenaza de aborto, ya que habíamos perdido una bebé antes que él, por lo consecuente este embarazo era de alto riesgo.
Al entrar al templo a visitar a mi Madre Santísima, mi vientre empezó a aumentar de volumen y nos asustamos ya que era muy doloroso y no me dejaba caminar, eran las típicas contracciones, al darse cuenta mi esposo me dice: vámonos a urgencias (por lo vivido en el embarazo anterior) y la verdad ya solo faltaban unos pasos para llegar a la imagen y yo le respondí; déjame llegar, y me llevas.
Al llegar a la imagen me lleve una sorpresa, nos santiguarnos, dimos gracias y al momento de retirarnos mi vientre volvió a su tamaño normal sin poder explicar lo que había sucedido con toda esa molestia y desapareció en segundos, después de mucho entiendo el primer mensaje o señal que nos enviaron, que “fuiste elegido desde el vientre”. Esto sucedió en Julio 1996 en la Iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos que esta ubicada en la colonia Martínez en Monterrey, N.L., inclusive ahí fue bautizado al año de nacido.
Y así fueron pasando los años donde Dios a través de María Santísima me daba señales de que el camino de mi hijo podría ser muy diferente.
Juan José nace prematuro y su maduración para caminar y hablar fue diferente a la de sus hermanos. Él desde los dos años tuvo asesoría psicológica y llevaba su terapia de lenguaje. El psicólogo alguna vez me dijo en una de las consultas; el niño me ha salido en una prueba que él es un líder nato, que él había nacido líder y que este niño viene a mover masas, multitudes, prepárate porque te va a volar muy chico del nido, no sé si se te va a casar, se va a estudiar fuera de la ciudad, no se la verdad, pero no será alguien común.
Mi hijo entró al Seminario de Monterrey a los 17 años y recordé mucho las palabras del psicólogo. En referente a lo de mover masas me dijo, tal vez sea algún político, maneje su propia empresa y me dio varios ejemplos, pero nunca de que sería sacerdote, porque un sacerdote es guía, líder, mueven masas, etc…
Otra señal fue cuando cursaba el catecismo y nos causó gracia en su momento. Le pusieron una actividad que hablaba del pecado y le dieron un dibujo para que lo coloreara y escribiera uno de sus pecados. Cuando voy y lo recojo me enseña el dibujo y yo le dije que la actividad la había echo mal porque era escribir un pecado y no absolver al pecado y la respuesta inmediata fue: “No mamá yo voy hacer el que los perdone” y hoy después de tanto tiempo veo a mi hijo administrando el sacramento de la reconciliación como alguna vez lo dijo en el catecismo.
El 9 de Junio del año 2014 a mi hijo le marcan por teléfono para que fuera al Centro Vocacional por su respuesta para ingresar al Seminario, recuerdo que cuando íbamos de camino, le pedí al Señor que me diera una señal para saber si verdaderamente era su camino y me respondió inmediatamente cuando mi hijo me dice; Sí me aceptaron en el Seminario.
Desde ese momento entendí y le dije al Señor nuevamente; es todo tuyo, haz tu obra en él. Después de casi 10 años mi hijo es ordenado sacerdote. También algo que siempre se le dijo a Juan José, es que el día que el decidiera salirse nunca pensara en el qué van a decir nosotros como familia, su comunidad, sus amistades, etc… Que esa decisión la tomara solo él con Nuestro Señor, que siempre como familia lo vamos a apoyar inclusive ahorita que es sacerdote, porque le digo: tú vas a curar almas y tus hermanos el cuerpo, pero una cosa si el alma no está tranquila el cuerpo no va poder sanar.
Desde ese momento fue un apoyo incondicional a él y su grupo de compañeros, ya que ellos se convierten en una extensión de la familia orando y pidiendo día a día que de verdad esa fuera su vocación y si no era, que los guiara y la encontraran. He visto que muchos compañeros de mi hijo que pasaron por el Seminario, en el trascurso de los años se siguen frecuentando por aquella amistad y ese mismo sueño que lo unió estando dentro del Seminario.
Los sentimientos que yo tengo como mamá de un sacerdote no lo puedo explicar, porque son muchas emociones encontradas, todo esto me lleva a poder compartir la gratitud de la vocación que Dios le ha dado a mi hijo. Doy gracias por todo lo que he recibido de Dios y estoy muy agradecida con todos aquellos que tuvieron que ver en la formación de mi hijo, desde la terapia que empezó a muy temprana edad, hasta la culminación de sus estudios en el Seminario de Monterrey. A la edad de 26 años mi hijo fue ordenado sacerdote y agradezco a todos por aportar su granito de arena para que él llegará a hacer lo que él soñaba ser: Sacerdote para siempre.
Reyna Reyna Reyna
Mamá del Pbro. Juan José Barbosa Reyna