14 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

A lo largo de este tiempo en el seminario he descubierto que Dios llama a lo largo de toda nuestra historia de vida, sin embargo hay momentos concretos donde podemos reconocer de manera más fuerte este llamado.

Después de un tiempo de reflexión y luego de vivir un año de proceso vocacional, Tomé la decisión de responder al llamado que experimenté por parte de Dios, y decidí ingresar al Seminario, yo me encontraba en ese tiempo estudiando en FIME.

Esta inquietud por la vida sacerdotal nació del ejemplo y testimonio que los sacerdotes de la comunidad a la que pertenezco nos daban, al tener un trato sencillo y cercano con nosotros, y además del apostolado que realizaba en la parroquia de la Santa Cruz, comunidad de la cual soy originario, pues a través de este servicio fui descubriendo que el mundo necesitaba mucho de Dios, y así surgió en mi interior, la pregunta, de ¿yo que puedo hacer ante esto?, ante lo cual el testimonio sacerdotal se presentaba como una fuerte respuesta.

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

Pues por un lado estaba el sentimiento de incertidumbre ante este camino que estaba iniciando y que no tenía la seguridad de dónde iba a terminar, pero por otro lado también experimenté la alegría de responder ante este llamado que experimentaba por parte de Dios, además de la esperanza de visualizar el servicio que dentro de algunos años podría entregar al Pueblo de Dios.

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

Yo ingresé al Seminario un sábado 06 de Agosto de 2005. La verdad es que las actitudes de mi familia ante tal decisión fueron muy diversas. Mi Papá falleció en Diciembre del 200, por lo tanto cuando ingresé al Seminario sólo estaban mi Mamá y mis hermanos.

En relación a los segundos una parte de ellos se molestó, y me dijeron que como iba a dejar la universidad, algo por lo que me había esforzado, para entrar a un lugar en el que eran muchos años de estudio, y que ni siquiera sabía si iba a lograr terminar.

Una de mis hermanas, con que también iba al mismo grupo de jóvenes de la Parroquia, se puso muy contenta por la noticia, y me comenzó a apoyar desde el primer momento. Por otra parte mi Mamá solamente respondió: “tú sabes”, lo cual en realidad era una negativa, debida a la separación de la práctica religiosa que ella había tenido a la muerte de dos de mis hermanos mayores.

Con el tiempo y conforme se iban familiarizando más con la vida del Seminario, a través de lo que yo les platicaba, y lo que ellos mismos vivían en las convivencias familiares y diversas actividades del Seminario, poco a poco su actitud fue cambiando, hasta tal grado que el apoyo es tanto que en verdad están muy contentos con el don del sacerdocio, que Dios ha tenido a bien hacernos participe. Mi mamá tuvo la oportunidad de acompañarme en la ordenación sacerdotal, y tengo la seguridad de que me acompañara en el amor en la ordenación presbiteral, pues Dios la ha llamado a su presencia el martes Santo de éste año, lo cual fue una experiencia de fe para toda mi familia, en la que nos hemos experimentado fortalecidos por Dios.

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Para mí ser sacerdote significa principalmente un regalo de Dios para su Pueblo, significa ser un puente de encuentro entre Dios y su Pueblo, significa servir y amar a Dios a través del servicio a mis hermanos, además de manifestar la misericordia de Dios a la humanidad.

5. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ? ¿Cómo enfrentaste esto?

Pues más que dudar, yo diría que es un proceso de la vocación, el hecho de ir discerniendo éste llamado que experimentamos por parte de Dios, pues en realidad la seguridad plena de dicho llamado no se tiene desde que uno entra al Seminario, sino que la vocación va madurando a lo largo de este proceso, siempre y cuando nosotros estemos dispuestos a dejarnos moldear por Dios, ya que el Seminario, como dijo alguna vez el Papa Benedicto XVI, es un tiempo de discernimiento.

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?

Pues el primer reto con el que me he enfrentado son las propias limitaciones. Por otra parte quizá a veces puede estar presente la falta de disposición por parte de algunas personas a escuchar el mensaje de Dios. También podría hablar de la actitud individualista y egoísta a la que el mundo de hoy en muchas ocasiones nos invita a tener.

13 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?
Fue cuando tenía 25 años y vivía en California Estados Unidos con mi familia, durante varios años forme parte de un grupo parroquial, fue durante este tiempo cuando conocí al Padre Blas Alberto Hernández sacerdote de esta diócesis de Monterrey, él se encontraba ayudando en la Parroquia San Francisco de Asís en Fillmore California, parroquia a la que yo asistía con mi familia, durante este tiempo también conocí a Tony Robles, quien se convertiría en mi mejor amigo, Tony y yo hicimos una buena amistad con el Padre Blas. En el año de 1999 Tony fue diagnosticado con cáncer, enfermedad que acabaría con su vida en 2001. Fue la enfermedad y la muerte de mi mejor amigo la que me hizo reflexionar a cerca de lo que yo estaba haciendo con mi vida, así que le pedí a Dios que me ayudara a descubrir el sentido de mi vida, recurrí al Padre Blas y el me fue orientando para discernir lo que Dios quería de mi, le dije que sentía la inquietud sacerdotal y el me ofreció ayudarme para entrar al Seminario aquí en Monterrey y así fue como me decidí a venir, y Dios me ha confirmado su voluntad durante todo este tiempo.

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

Primero fue un sentimiento de temor e indignidad ante el llamado a una empresa tan grande, pero poco a poco se fue convirtiendo en confianza y agradecimiento.

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

La reacción de mi padre primero fue de incredulidad, después de una gran alegría; la de mi madre primero fue de tristeza por que me iba, y después también de una inmensa alegría pues los dos siempre nos inculcaron un gran amor a Dios y a la Iglesia.

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Significa que Cristo sigue estando cerca de sus hermanos los hombres.

5. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación ¿Cómo enfrentaste esto?

Hubo muchos momentos que me hicieron dudar, pero la oración, el consejo espiritual de mi confesor y la cercanía con la Santísima Virgen María y la comunicación constante con mi familia, fueron mi apoyo.

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?

El utilitarismo que mucha gente hace de Dios, es decir, Dios sólo cabe en sus vidas si lo necesitan para satisfacer alguna necesidad.

12 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

Mi vocación surge sirviendo en mi comunidad parroquial, en el servicio y la oración descubrí la voz de Dios que me invitaba a seguirle, estando en la facultad decidí pedir mi ingreso al seminario, mi llamado no fue impetuoso como podría esperarse que sea la voz de Dios, sino sosegado, fue despacio permeando en mi alma y en mi corazón, y decidí y decido responder con un sí, como hace diez años sigo respondiendo sí a este plan de amor, un plan que me es propuesto no porque sea el mejor, o el más santo, sino por puro amor y gracia de Dios.

 

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

De miedo e indignidad, de no ser capaz de responder la misión a la cual Dios me llamaba, pero a lo largo de mi formación esos miedos se fueron disipando

 

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

Se extrañaron mucho al principio, pero inmediatamente lo aceptaron y me apoyaron.

 

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Significa una consagración total a Dios, responder su llamado y caminar hacia Él, es consagrarme en el servicio a Dios en su pueblo.

 

5. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación? ¿Cómo enfrentaste esto?

No, aunque al principio fue difícil salir de mi casa y entrar en un mundo nuevo, pero gracias a Dios las amistades que fui formando en el seminario me ayudaron a seguir adelante

 

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir a Dios?

El reto es conmigo mismo, es estar siempre dispuesto a la voluntad de Dios, estar abierto a su voz que guía constantemente a su Iglesia

11 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

Descubrí mi vocación estando en los grupos apostólicos de la parroquia de donde soy originario, cuando tenía 16 años, participando en las actividades de la parroquia y en la convivencia con mi párroco.

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

Alegría y gratitud, por el llamado recibido.

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

La recibieron con mucha alegría, aunque mi mamá se opuso al principio, pero después aceptó que yo eligiera ese camino, mi papá me apoyo desde el principio con la decisión que yo tomara.

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Significa servir al pueblo de Dios, a ejemplo de Cristo buen pastor.

5. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación? ¿Cómo enfrentaste esto?

Si, y lo enfrente poniendo en oración y platicando con mi director espiritual.

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir Dios?

La indiferencia de las personas y la frialdad de las personas al llevarles el mensaje de Dios.

27 May 2015

HELLO! 1

La experiencia vocacional en la familia de un seminarista

La Familia, elemento importante de la vocación.

San Juan Pablo II decía que, La familia está llamada a ser, por su estructura fundamental, “figura educadora vocacional”, ya que en ella surgen los primeros brotes de toda vocación, y en ella puede encontrar las condiciones adecuadas para su desarrollo. En lo personal a mí me parece que está frase del ahora santo, tiene mucho de verdadero, pues a lo largo de estos años en mi formación en el seminario, he descubierto que el nacimiento de mi inquietud vocacional, aún sin ellos percatarse mucho, surgió en la familia, pues por ejemplo mi mamá fue quien nos enseño que era importante ir a Misa, se preocupaba porque tuviéramos los sacramentos, tal vez después perdió un tanto su cercanía a la iglesia, pero nunca ha  dejado de ser esa mujer bondadosa, que nos ha dado a mis hermanos y a mí un gran testimonio de vida.

Es por eso que durante esta etapa de la formación en el Seminario, he tratado de compartir con ellos mucho de los acontecimientos que he vivido en la formación. También reconocer, que al igual que una parte de mis hermanos seminaristas y Diáconos, para algunos integrantes de mi familia no fue fácil aceptar la decisión que yo había tomado de seguir a Cristo en este camino, sin embargo de todos modos me apoyaron. Han sido muchos momentos importantes los que hemos podido compartir como familia, por ejemplo las convivencias mensuales, el DEPS (Dinámicas de Encuentros para Papás y Seminaristas) al cual tuve la oportunidad de acudir con mi mamá, debido a que mi Papá ya había fallecido antes de que yo entrara en el Seminario.

La verdad que este encuentro fue una gran oportunidad para compartir con mi Mamá el hecho de cómo me sentía llamado por Dios, y como el apoyo de mi familia para mí era muy importante, y a la vez yo pude escuchar cómo se sentía ella, y esto favoreció mucho la forma en que ella fue tomando estos años del Seminario.

Con el tiempo, cuando llegó el momento de la ordenación diaconal, ya la actitud de mi familia era muy distinta a la del principio, y a mí me dio mucho gusto el ver la alegría con la que también ellos recibían la noticia de la ordenación, y la alegría con la que juntos preparamos todos los detalles de tan importante momento. Ahora ya con el apostolado de fin de semana, no siempre hay oportunidad de ir los domingos a la casa, es por eso que ha sido para mí muy importante aprender a valorar los momentos que paso con ellos, tratar de que sean de calidad, y poder seguir compartiendo con ellos todo lo que voy viviendo en el seminario, y a la vez estar al pendiente y escuchar que ellos me compartan lo que van ellos van viviendo en sus trabajos y en la casa. Por último, me gustaría terminar diciendo que un elemento que para nosotros como familia ha sido muy importante, es mantenernos en oración unos por otros, yo oro por ellos, y ellos oran por mí, esto verdaderamente nos ha fortalecido como Familia.

 

Diác. Héctor Manuel Robledo Roque.