29 Ene 2016

HELLO! 1

Dominik Kustra, polaco. Teólogo y pedagogo. Misionero seglar. Comunicador católico. Vive en España donde  trabaja en la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre. Ha visitado más de 60 países conociendo la realidad de la Iglesia y de los cristianos perseguidos.

Eugenio Barroso: ¿Qué es “Ayuda a la Iglesia que Sufre”?

Dominik Kustra: Es una Fundación de la Santa Sede que desde 1947 está apoyando a los católicos más necesitados y perseguidos a causa de su fe. Hoy realizamos proyectos pastorales, de evangelización y de emergencia en unos 150 países del mundo. México, es un país que ya está aportando su ayuda a las Iglesias de otros países pero a la vez sigue siendo receptor de nuestra ayuda. Este es el signo que la Iglesia es Universal, que no se cierra sino está construyendo puentes de solidaridad. Toda la información podemos encontrar en www.ayudaalaiglesiaquesufre.mx

Eugenio Barroso: El Santo Padre nos ha pedido este mes orar por los perseguidos en Medio Oriente, ¿podría contarnos qué están experimentando los cristianos allá?

Dominik Kustra: No es la primera vez que el Papa Francisco pide la oración y la ayuda a los cristianos del Oriente Medio. Es un tema de primera urgencia y el Santo Padre está bien informado de esta realidad. Los cristianos de Siria e Irak pasan hoy por un auténtico calvario, sus vidas corren peligro. El grupo terrorista “El Estado Islámico” está sembrando mucho odio hacia los cristianos de todas denominaciones y otras minorías religiosas. La ONU denuncia que los jihadistas están crucificando, decapitando y enterrando vivos a los cristianos. Les obligan a convertirse al Islám, abandonar sus casas, pagar los impuestos muy altos. Ante esta situación los cristianos huyen para salvar sus vidas y poder mantener su fe. Solo en Irak en los últimos años el numero de los cristianos ha disminuido de un millón setecientos mil a 180 mil.

Eugenio Barroso: ¿Como viven hoy en día la fe cristiana en Medio Oriente?

Dominik Kustra: A pesar de las amenazas, violaciones y secuestros de las mujeres cristianas, asesinatos su fe sigue muy fuerte. No se rinden, no pierden la esperanza. La firmeza de fe de los cristianos perseguidos impacta a cualquiera. Cuando estuve en Irak, pregunté a una familia si culpan a Dios por todas las desgracias que les están pasando, respondieron: “¿Culpar a Dios? Nunca! Dios precisamente está presente en el sufrimiento”. En otra ocasión pregunté a una mujer anciana: “Y si el Estado Islámico llega aquí… ¿Usted no tiene miedo morir?”. Respondió con toda sinceridad: “Cristo murió por mi y por mis pecados hace dos mil años. Si ahora yo debo morir por Él pues bendito sea Dios…” A los cristianos del Oriente Medio les mantiene la oración diaria, el rosario, la Eucaristía y el acompañamiento continúo de sus sacerdotes.

Eugenio Barroso: En México tuvimos una persecución a principios del siglo pasado donde el gobierno persiguió nuestra fe en lo que conocemos como la Guerra Cristera. ¿En qué consiste la persecución de nuestra fe, es por parte del gobierno? ¿Cómo empieza? ¿En qué países ocurre?

Dominik Kustra: La persecución y discriminación religiosa existe hoy en 82 de 196 países del mundo. Es un dato bastante llamativo y preocupante. Hay persecución religiosa causada por los gobiernos comunistas como en Corea del Norte o China. Sin embargo, la mayor persecución está provocada por los grupos religiosos extremistas (Al Qaeda, Estado Islámico, Boko Haram). En muchas ocasiones este odio hacia los cristianos tiene el fondo en los intereses políticos, territoriales, económicos, en el comercio de armas y de seres humanos. La religión les sirve únicamente como tapadera de otro tipo de intereses.

Creo que Ustedes, los mexicanos, entienden mejor que nadie esta realidad. México ha sufrido mucho por el amor a Cristo, por lo tanto hoy puede responder con más eficacia a las necesidades de nuestros hermanos que sufren.

Eugenio: Barroso: ¿Qué están haciendo estos hermanos nuestros para mantenerse a salvo?

Dominik Kustra: Muchos organismos internacionales  de ayuda humanitaria han dejado de ayudarles. Los cristianos, en concreto, cuentan únicamente con la ayuda que llega de otras comunidades católicas del extranjero. Comen, reciben medicamentos y ropa, pueden vivir más dignamente gracias a nuestra generosidad. Somos su única esperanza. En la zona que visité hace unos meses, en Kurdistán iraquí, viven unos 120 mil cristianos en las tiendas de campaña o edificios que no terminaron de construirse. Donde están, se les ofrece la protección militar pero nunca se pueden sentir a salvo. Si los islamistas son capaces de provocar un atentado en Francia o Inglaterra pues mucho más en las zonas tan cercanas. Atacan con misiles y se inmolan dentro de los templos cristianos, provocando muertes de los inocentes. Un cristiano iraquí o sirio, cuando va a la Misa, siempre arriesga su vida.

Eugenio Barroso: En la prensa internacional reportan cierto rechazo por parte de los países europeos a quienes escapan esta situación desde hace algunas semanas, ¿Sigue ocurriendo?

Dominik Kustra: Cada día llegan a Europa nuevos refugiados de las zonas del conflicto. Nuestra obligación, como cristianos, es acogerles y apoyarles en todo. Sin embargo, debemos tener mucho cuidado a quién recibimos. No podemos pecar de “buenismo” y acoger a todos sin ningún criterio y control. Los medios alarman que los terroristas amenazan con enviar a Europa miles de refugiados, provocar el caos e islamizar al continente europeo. Otros medios denuncian que el Estado Islámico ha robado 3.800 pasaportes en blanco y está mandando a sus miembros camuflados entre los refugiados. Éste fenómeno lo bautizó la prensa como “el Caballo de Troya”. Según mi opinión, la solución del problema migratorio no es acoger a miles de refugiados sirios sino solucionar el problema de guerra en su propio territorio para que no tengan que huir de allí. La paz es la única solución razonable.

Eugenio Barroso: ¿Qué podemos hacer nosotros?

Dominik Kustra: Lo principal es nuestra oración por los cristianos perseguidos. La oración fervorosa, diaria, llena de fe y esperanza, puede cambiar el mundo y los corazones de los que la persiguen. No lo olvidemos. Recemos en la casa, incluyamos esta intención durante la oración de los fieles en la Misa, organicemos las vigilias de oración y la Hora Santa por los cristianos perseguidos.

La segunda cosa es formar conciencias: nunca voy a rezar por algo que desconozco. No actuemos ante la persecución de los cristianos como el Pilato, no volteemos la mirada al otro lado y no nos lavemos las manos fingiendo como si no fuera nuestro asunto. Allí, mueren seres humanos, nuestros hermanos en la fe son asesinados…

Por lo último, seamos solidarios, seamos generosos. De nuestros donativos dependen sus vidas. No importa si doy diez pesos o diez mil pesos, importa que los doy de corazón y sin esperar nada en cambio. Es lo correcto, es lo cristiano…