Los próximos sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey, más de 10 años en el Seminario, quienes cursaron la licenciatura en Filosofía y Teología.
El 15 de agosto a las 10:00 horas en la Basílica de Guadalupe, los diáconos Francisco Javier Analís, Sebastián Bautista, Ernesto Castillo, Luis Fernando Mejía y Héctor Robledo, realizarán la ceremonia de ordenación con la imposición de manos del arzobispo de la Arquidiócesis de Monterrey, Rogelio Cabrera López.
En la generación que inició el primer año del seminario en 2005, ingresaron 26 seminaristas, de los cuales solamente concluyeron 5 personas quienes ahora son diáconos y colaboran en diversas iglesias del área metropolitana.
Antes de entrar al seminario, los interesados deben realizar un proceso vocacional de un año en el Centro Vocacional de la Arquidiócesis de Monterrey.
Héctor Manuel Robledo Roque, uno de los próximos sacerdotes, detalló que se inscribió en el seminario durante los primeros años de su carrera en ingeniería, aunque al inicio no tuvo el apoyo de sus padres, ahora se sienten orgullosos de él.
Decidí vivir el proceso vocacional de todo un año, en retiros. Estos diez años han sido para seguir la vocación y el llamado que él me había hecho. Estaba en el tercer semestre de FIME (Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica) después me inscribí en el seminario.
“Me emociona el mucho el poder estar ya con la gente, el reto es cumplir esto que el Papa Francisco que nos ha invitado a estar con la gente, ser cercanos a ellos, una palabra importante es la misericordia, ser reflejo de Dios”, mencionó
¡Conócelos!
*Un sacerdote cercano
Francisco Javier Alanís Pérez
Edad: 33 años
Servicio: Capellán de la Basílica de Nuestra Señora del Roble
Valores: Ser cercano al pueblo.
Cuando Francisco Javier Alanís Pérez decidió tomar el camino de Cristo sabía no podía fallar en una cosa: ser cercano con sus semejantes.
A partir de su próxima ordenación, refirió, la misión es clara; la intención de servir también.
“Nos piden ser cercanos. Ahí mostraré a un Dios cercano al pueblo que busca mayor gente se encuentre amada, querida y reconciliada”, dijo Alanís, quien sirvió como diácono en la comunidad de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
“Hay que dejarnos sorprender por Dios. Él nos abre caminos. Él siempre nos escucha, sólo hay que ver el regalo que nos ofrece día a día”.
También refirió pondrá atención en la comunidad joven y en la familia.
*Un sacerdote esperanzador
Luis Fernando Mejía Zaragoza
Edad: 40
Servicio: Aún por definir
Valores: La esperanza
El ministerio que Luis Fernando Mejía Zaragoza formará será de esperanza.
El diácono, próximo a ordenarse como sacerdote, aseguró que buscará servir, principalmente, a los jóvenes y así entregarles un poco de luz en su vida.
“Estamos en un mundo muy revolucionado y lleno de cambios muy rápidos y a mí me interesaría ayudar al pueblo, sobretodo a los jóvenes, que se encuentran perdidos en la oferta. El reto o la intención sería dar luz entre tanta tragedia, violencia e incertidumbre; dar esperanza”, dijo.
“Debemos comprender su mundo y las situaciones que están pasando. Debemos estar cerca y hacerles ver que son escuchados y comprendidos, así también enseñarles que hay otros caminos por tomar”.
“No lo podemos juzgar, ni tener un prejuicio para ellos”, apuntó Mejía, quien realizó servicio como diácono en la Parroquia San Juan de los Lagos, en Villa Juárez.
*Un sacerdote alegre
Ernesto Castillo Torres
Edad: 29 años
Servicio: Vicario Parroquial de la Basílica de Nuestra Señora del Roble
Valores: Alegría y humildad.
Ser un sacerdote alegre y humilde será el objetivo de Ernesto Castillo Torres.
El diácono indicó su meta está clara: dejar esas figuras de jefes o de patrones y caminar junto con los fieles, es decir, ser una comunidad.
“Quiero tener claro que estoy para servir a la gente. Servir en la humildad, en la sencillez, en la alegría. Ser cura no es aburrida. Servir con alegría”, refirió.
*Un sacerdote para los jóvenes
Héctor Manuel Robledo Roque
Edad: 29 años
Servicio: Aún por definir
Valores: Poner en el camino de Dios a los jóvenes
Un puente entre la misericordia entre Dios y el pueblo, especialmente los jóvenes, será Héctor Manuel Robledo Roque.
En su sacerdocio, el diácono, quien sirvió por un año en la comunidad de Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Salud de Nuestros Enfermos, en Escobedo, será cercano a las familias y a los jóvenes.
“Creemos que el joven no se compromete, pero no es así. Hay un compromiso del joven, pero necesitamos mostrarle a qué se está comprometiendo. La propuesta de Cristo siempre será atractiva y hay que tenerle fe.
Ellos necesitan comprobar. Nosotros tener confianza en ellos”, acotó.
*Un sacerdote sencillo
Sebastián Bautista Vázquez
Edad: 27 años
Servicio: Aún por definir
Valores: Ser cercano y sencillo
La encomienda cuando Sebastián Bautista se convierta en sacerdote está clara: ser cercano y sencillo.
En entrevista, el hasta ahora diácono expresó su deseo de servir en cualquier momento a la comunidad.
“Ser cercano con la gente y sencillo para ser compasivo ante sus necesidades. Debo saber escucharlas, estar ahí para ellos, en el momento que me necesiten”
“No me creeré más que nadie; sólo estaré al servicio de los demás. No busco ostentación sólo ser uno con los demás”, dijo.
Con información de:
Periódico El Horizonte y El Porvenir