15 Ago 2015

HELLO! 1

El pasado viernes 14 de agosto, la iglesia de Monterrey recibió con agrado a 13 nuevos diáconos transitorios, que servirán de manera especial en pastorales específicas como cárceles, centros de rehabilitación y hospitales, todas éstas, tareas de amor y servicio a la comunidad.

En palabras de nuestro pastor, Don Rogelio Cabrera López “el amor no es solo un sentimiento… se concreta en las acciones de todos los días. Ser servidor, ser diácono, es ir allá, donde nadie quiere ir”, y estos nuevos diáconos están invitados precisamente a vivir este ministerio de servicio con particular esmero, fungiendo como canales del amor de la iglesia y Cristo, propagando el ternura de quien los ha llamado a seguirlo, precisamente sirviendo con afecto y misericordia.

En la homilía, nuestro arzobispo, recalcó de manera especial que ser diácono es ser servidor, cercano a la gente que sufre; y es que precisamente ese es su ministerio, mostrarse próximo a quienes Cristo quiere ser prójimo, por lo que la encomienda principal de los nuevos diáconos será hacerse presente, dice el Arzobispo, como Cristo samaritano, que busca a aquel que sufre. Su misión, en sintonía a la de Jesucristo será “el anuncio de la buena nueva a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos, rotos u oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Cfr. Lc 4,18-19); todo esto bajo 3 peticiones: guardar el celibato por toda la vida, como una entrega generosa por amor al servicio del pueblo de Dios, la oración frecuente, recitando las horas principales de la liturgia, y el dedicar gran parte de su tiempo a los pobres y el acompañamiento de enfermos, así como celebrar los sacramentos del bautismo y el matrimonio.

La invitación del Arzobispo a los fieles en esta ordenación fue a orar por todos aquellos que ejercen el ministerio de diaconía, y a ser agradecidos con el Señor que se ha mostrado espléndido con la comunidad, al suscitarnos 20 nuevos diáconos, 13 transitorios y 7 permanentes, éstos últimos que serán ordenados también a finales de agosto.

Encomendados a nuestra Señora del Roble, los 13 nuevos diáconos, fueron convidados a propagar su devoción, y a ser muy acercados a ella, así como a vivir su ministerio con alegría y disponibilidad en el servicio, como siervos fieles y confiables.

 

Por: Jesús Pablo Saldívar Castillón