Por: Adrián Alejandro Garza Morales, seminarista. (3º de filosofía)

La primera palabra que puedo decir frente a un hombre que ha dado 40 años de su vida al servicio del pueblo de Dios es “gracias”.

Este 17 de enero el Seminario de Monterrey se llena de gozo en el Señor al celebrar el 40 aniversario sacerdotal del Padre Heriberto Cavazos donde ha dedicado estos años a apacentar al Pueblo de Dios conservando su alegría, su entrega y su carisma característico. Actualmente el Padre Beto (conocido de esta manera por los seminaristas) es director espiritual de los seminaristas, es decir, está encargado de acompañar el proceso espiritual, humano y de discernimiento de muchos alumnos donde, en la administración de los sacramentos como la eucaristía y la confesión, nos muestra el rostro de Cristo misericordioso. Ya con sus 40 años de ordenado el Padre Beto es un gran ejemplo para todos los seminaristas que estamos en formación porque nos enseña, en su ejemplo, el valor de la constancia y de la prontitud. Él siempre está dispuesto a recibir a cualquier seminarista para platicar, tener un consejo o simplemente pasar un momento agradable.

El sacerdocio es un don de Dios, pero, como todo don, es dado para compartirlo, el Padre Beto ha compartido su sacerdocio con muchos fieles, seminaristas y con muchos hermanos sacerdotes. Por esta razón tendremos el día de hoy en el seminario una celebración eucarística para dar gracias a Dios por este gran sacerdote, y que mejor lugar que la Misa, la fiesta por excelencia.

Muchas gracias Padre Heriberto por su gran ejemplo de vida y el Seminario de Monterrey le pide a Dios que le siga bendiciendo su ministerio sacerdotal y que le siga dando la fuerza para continuar con esa alegría que lo caracteriza. ¡Muchas Felicidades!