- BY Seminario de Monterrey
- POSTED IN Blog, Seminario
- WITH 0 COMMENTS
- PERMALINK
- STANDARD POST TYPE

Cada año celebramos en nuestra Iglesia la fiesta de la Pascua de la Resurrección del Señor, una celebración de profundo gozo que nos recuerda el gran amor que Jesús nos tiene y que motiva nuestro peregrinar en la vida fortaleciendo nuestra vida de fe. Pero pensemos, ¿qué nos dice este acontecimiento a cada uno de nosotros en lo más profundo de nuestros corazones?; ¿qué significa que el Señor haya resucitado después de su sacrificio para darnos vida? Cada uno de nosotros podremos responder a estos cuestionamientos partiendo de las experiencias muy particulares en la vida.
Para mí, como seminarista, celebrar la Pascua me emociona el corazón, siento cómo una vez más Jesús me abraza con fuerza y me anima a seguir con alegría el camino que me propone; me recuerda que cada día tengo la oportunidad de amar sin medida, de entregarme a los demás en el servicio, de abrazar el dolor de quienes lo padecen, de ser santo. Ese sacrificio dado una vez y para la salvación de los hombres de todos los tiempos no ha sido en vano, sino que me llena de vida para yo poder dar vida a los demás.
La Pascua del Señor me recuerda el compromiso que tengo de compartir con mi testimonio el mensaje salvífico de la Cruz, que siendo para todos, me compromete a llevarlo a los corazones en donde aun no ha sido escuchado, siendo yo así un medio a través del que pueda brillar la luz de Cristo que vive y que quiere llegar a todos los rincones del mundo para dar esa Vida que sólo mediante Él podemos experimentar.
Que en esta Pascua podamos descubrir frente a Jesús aquello que quiere decirnos con su resurrección, participando del inmenso gozo que este gran acontecimiento trae a nuestras vidas.
Patricio Rico Villarreal.
2do. de Filosofía.
Revista San Teófimo No. 2019