27 Sep 2019

El próximo 30 de septiembre celebramos en la Iglesia Universal la memoria de San Jerónimo, a quien veneramos por su amor a Dios en la Sagrada Escritura, y quien se se dio a la tarea de hacer la traducción de ésta al latín. Por esto, la Iglesia de Monterrey durante la semana previa de la celebración de este santo, lleva a cabo lo que conocemos como Semana Bíblica, en donde en toda la Arquidiócesis se intensifica la reflexión en torno a la Palabra de Dios en la Biblia.

En este mismo espíritu de nuestra Iglesia local, el Seminario de Monterrey no queda excluido, y durante la semana del 23 al 27 de septiembre tenemos nuestra Semana Bíblica, en la que profundizamos y reflexionamos con más empeño la Palabra de Dios.

Todo cristiano tiene la tarea de acercarse a la Sagrada Escritura para profundizar en nuestra fe, ya que en ella, podemos conocer a Dios y entrar en comunicación con Él; por eso, con cuanta mayor razón en la formación sacerdotal el estudio de la Palabra de Dios, forma parte vital de nuestra formación.

El estudio y la reflexión de la Sagrada Escritura es tan importante en nuestra formación sacerdotal, que uno de los pasos para que un seminarista llegue al sacerdocio son los ministerios laicales, en donde uno de ellos es el Lectorado, que en la antigüedad era quienes podían leer en la Eucaristía la Palabra de Dios (como los grupos de lectores que hay en algunas parroquias). Pero este ministerio no se reduce a eso. Cada vez que nuestro Obispo, Monseñor Rogelio, da estos ministerios a los seminaristas, nos recuerda la tarea primordial de conocer y enamorarnos de la Escritura; ya que sin ello, nuestras palabras estarán vacías al no surgir de este encuentro con la Palabra.

Ciertamente el estudio de la Biblia no se queda condensado solo en una semana, no se trata de que solamente desempolvemos nuestra Biblia y que el resto del año no le prestemos atención; sino que esta semana, nos debe de llevar a saber la importancia que tiene su interiorización en cada cristiano y en cada joven que se está formando, para ser el futuro pastor del pueblo de Dios.

San Jerónimo nos dice que quien no conoce las Escrituras (la Biblia) no conoce a Cristo, por lo tanto, si queremos ser discípulos y amigos de Cristo tenemos que conocerlo por medio de su Palabra.

Dejemos que la Palabra de Dios nos impacte y nos transforme en nuestra vida cotidiana. Date tiempo de leer algo de la Biblia, comienza por los evangelios, escoge alguno de ellos y de ser posible no solo lo leas y ya, quédate con alguna frase que te haya impactado y llévatela a tu memoria para el resto del día y descubrirás, cómo es que Dios nos habla por medio de su Palabra.

Adrián Alejandro Garza Morales
3ero. de Teología