18 Abr 2016

HELLO! 1

La reciente exhortación apostólica postsinodal Amoris Laetitia, «Sobre el amor en la familia», no es ajena a la cuestión social. La familia es aquella institución doméstica formada a partir la unión de un hombre con una mujer, acorde a la ley natural. El Papa Francisco destaca que los padres de familia deben educar en la libertad (n.265), pues el exceso de la misma es el epicentro de la podredumbre social.

La juventud prefiere postergar la decisión definitiva: se percibe una especie de desinterés institucional por la familia. Aunado a esto, no pocos piensan que la Iglesia ha priorizado la catequización sistemática, encima de la educación de conciencia. Bastante se habla de la actividad en parroquias, escuelas, apostolados, etc., pero muchos aprendimos a obedecer preceptos, no a discernir, a responder libremente ante la vida.

Constantemente predominan los intereses personales sobre los de una posible pareja e hijos.  Como alternativa a tal crisis, el Santo Padre exhorta al Estado a crear las condiciones para garantizar el futuro de la juventud y ayudarles a concretizar su proyecto de formar una familia. Asimismo, menciona que en el Evangelio, cuando la multitud  se pregunta « ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros» (Mc 6, 2-3), vemos una familia encarnada en la cotidianeidad, reconocida por sus coterráneos y no encerrada en una «burbuja» (n.181).

Sobre la cuestión de la comunión sacramental en los divorciados vueltos a casar, el Papa es claro y no realiza grandes cambios: «su participación puede expresarse en diferentes servicios eclesiales […] Ellos no sólo no tienen que sentirse excomulgados, sino que pueden vivir como miembros vivos de la Iglesia» (n.299); o como dijo en Chiapas, «comulgamos con el hermano débil, el enfermo, el necesitado, el preso». En otras palabras, nos sumergimos en la presencia de Dios cuando ayudamos al más desprotegido.

El Papa propone un ambiente familiar donde abunden signos como la ternura y la escucha, un lugar en el que cada quien descubra que el otro no es suyo, porque tiene un dueño mucho más importante, su único Señor, sólo así reconoceremos a Cristo en el otro (nn.314-324). Exhorta a todos los cristianos a acatar su conciencia, evitando las ideologías en contra de la Iglesia y del hombre, para que la familia siga siendo sal de la Tierra, porque «nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad» (n.52). Esa es la invitación de Francisco: el regreso a lo fundamental.

 

José Noé Cárdenas Zamarripa
Seminarista del segundo año de Teología

 

Artículo publicado con autorización del IMDOSOC           

http://www.imdosoc.org/web/amoris-laetitia-del-papa-francisco-una-lectura-desde-la-dsi/

01 Abr 2016

HELLO! 1

El Papa Francisco publicará el viernes 8 de abril su exhortación postsinodal “Amoris laetitia” (“La alegría del amor”), en la que reunirá las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la familia de octubre de 2015.

La presentación se hará a las 6:30 de Buenos Aires (a las 11:30 de Roma) y participarán el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos; el cardenal Christoph Schonborn, arzobispo de Viena, y el matrimonio Francesco Miano y Giuseppina De Simne in Miano, quienes participaron como consultores en el Sínodo.

Así lo informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, quien detalló que la exhortación postsinodal hará énfasis en “la alegría, el amor y la familia” a lo largo de 324 puntos contenidos en unas cien páginas.

El documento, que Francisco firmó el 19 de marzo, estará dedicado a los miembros de la Curia, a los matrimonios y a todos los fieles.

El Sínodo de los Obispos realizado en octubre de 2015 en el Vaticano con la participación de más de 250 prelados de todo el mundo tuvo como tema “La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo moderno”. Los obispos debatieron sobre diversos temas relacionados a la familia entre los que estuvieron la preparación para el sacramento del matrimonio, la atención pastoral a las familias en dificultad, la violencia familiar, entre muchos otros. El 24 de octubre de 2015, el Sínodo dio a conocer un documento final con las conclusiones de su debate.

 

Con información de Pastoral Siglo XXI
www.pastoralsiglo21.org

07 Dic 2015

HELLO! 1

Por: Ángel Josué Loredo García, seminarista.

“En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrará podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza.”

(Misericordiae Vultus. N. 3) Desde hace algunos meses, en nuestra Iglesia sabemos que nos encontramos en la antesala del año de la Misericordia, donde su Santidad, el Papa Francisco ha invitado a todos a vivir este tiempo de gracia. Pero, muchos nos podremos preguntar: ¿Qué significa la apertura de la Puerta Santa? ¿En qué consistirá vivir el año de la Misericordia? O ¿Por qué un año especial dedicado a la vivencia de esta virtud?

La Apertura de la Puerta Santa será en la Catedral de Roma el Domingo III de Adviento, a la vez, el Papa establece que en cada Iglesia particular se abra por todo el Año santo una idéntica Puerta de la Misericordia. El hecho de que se hable de una apertura de la Puerta Santa en cada diócesis implicará que se lleve a cabo un acto litúrgico donde se lea la Bula de convocación “Misericordiae Vultus” y en cada Catedral se realice este gesto como signo visible de la comunión de toda la Iglesia. Estamos llamados a vivir este Año santo descubriéndonos sujetos primeros de la infinita bondad de Dios que brinda por excelencia el perdón hacia nosotros.

El Vicario de Cristo piensa que “siempre tenemos la necesidad de contemplar el misterio de la misericordia, que es fuente de alegría, serenidad y paz para quien la vive, condición para nuestra salvación, acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro.” (Cfr. Misericordiae Vultus N. 2) Indudablemente, la opción que se nos plantea como familia de Dios es una alentadora posibilidad de acercarnos aún más al tierno encuentro con el Padre que nos ha creado, el diálogo y la cercanía con Jesucristo que nos ha salvado y estar en comunión con el Espíritu Santo que nos da la gracia de unirnos más a su presencia santa.

La Iglesia tiene esencialmente la misión de anunciar con fuerza la misericordia de Dios, abrir el corazón a los más alejados. El Sumo Pontífice invita a todo el pueblo de Dios para que se reconozca como aquél que “está llamado a curar las heridas, a aliviarlas con el óleo de la consolación, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad.” (Misericordiae Vultus N.15)

En nuestra Arquidiócesis de Monterrey, la puerta de la Misericordia, se abrirá el domingo 13 de diciembre (siendo el III domingo de adviento) en la Catedral de nuestra ciudad. Se llevará a cabo la celebración de la eucaristía y este acto litúrgico, presidido por Mons. Rogelio Cabrera, Obispo de nuestra Arquidiócesis.

13 Nov 2015

HELLO! 1

Los Obispos de México reunidos en nuestra Centésima Asamblea Plenaria, saludamos a todo el pueblo de Dios, y a todos los mexicanos, deseándoles toda clase de bendiciones.

Con gran alegría hemos recibido la noticia de la próxima visita pastoral del Papa Francisco. Para los católicos el Sucesor de Pedro es el principio visible de la unidad de la Iglesia. Estamos contentos porque la visita pastoral del Santo Padre fortalecerá nuestra fe, alentará nuestra esperanza y nos impulsará a ser testigos del amor misericordioso. Nos da gusto saber que nuestra alegría es compartida por muchos mexicanos que reconocen el liderazgo moral y aprecian el testimonio del Papa Francisco.

El Papa viene a confirmarnos en la fe que, como él mismo nos ha enseñado, «nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor, un amor que nos precede y en el que nos podemos apoyar para estar seguros y construir la vida» Por ello, la visita del Papa nos consuela y nos conforta. La fe tiene la capacidad de iluminar toda la existencia, es como una luz que orienta nuestro camino. Estamos seguros que en medio de las situaciones difíciles que vivimos en nuestra patria, el mensaje del Papa renovará en nosotros las ganas de luchar por un mundo y un México mejor.

El Papa viene a alentarnos en la esperanza que nos permite recorrer el camino de la vida con alegría. Hoy más que nunca, en medio de tanto sufrimiento de nuestro pueblo, no podemos permitir que nada ni nadie nos robe la esperanza, que es regalo de Dios, que nos da impulso y fuerza nueva para vivir cada día y que nos proyecta hacia un futuro cierto, de amor, de justicia y de paz. Esperamos al Papa Francisco como mensajero de la paz. Su ministerio pastoral nos abrirá nuevos horizontes al comunicarnos la alegría del evangelio de donde brota el entusiasmo y la generosidad para que todos los discípulos del Señor seamos constructores de comunidad y artesanos de la paz.

El Papa viene a impulsarnos en la caridad, pues «las manos de la fe se alzan al cielo, pero a la vez edifican, en la caridad, una ciudad construida sobre relaciones, que tienen como fundamento el amor de Dios.» Esperamos al Papa como misionero de la misericordia, pues viene a anunciar a Cristo, el rostro visible de la misericordia de Dios. ¡Qué necesitados estamos en México de renovarnos en el amor benevolente de Dios que abre para nosotros caminos de reconciliación y de paz que se recorren a través de la cercanía, el consuelo, la compasión y el perdón!

Este pueblo de México que visita el Papa vive situaciones de desconcierto y de esperanza. A los Obispos mexicanos nos duele profundamente todo lo que lesiona o amenaza la vida digna de las personas. Nos preocupa la posible legalización del uso lúdico o recreativo de la marihuana, el deterioro ecológico, la desigualdad social, la acentuación de la pobreza, el calvario de los migrantes y las diferentes violencias que atentan contra la dignidad de las personas.

Reconocemos los esfuerzos de distintos actores sociales comprometidos en la transformación de esta compleja realidad. La crisis que pesa sobre el país es también una oportunidad para estimular nuestra creatividad, para tejer redes de solidaridad, para construir condiciones de paz y para cuidar nuestra casa común. Ojalá cada día sean más quienes se sumen a estos esfuerzos.

Los Obispos de México queremos hacerlo desde nuestra misión pastoral y nos inspira el tiempo de gracia del Año de la Misericordia. Este año jubilar nos permite poner nuestra atención en aspectos esenciales de la vida cristiana. Jesús nos muestra el rostro misericordioso del Padre y nos pide ser misericordiosos como Él, al salir al encuentro del dolor y sufrimiento de los enfermos, ancianos, presos, migrantes, de las familias, de los jóvenes y de toda persona que pasa necesidad. La cultura del encuentro nos pide desarrollar nuestra capacidad de escucha, crecer en nuestra compasión para consolar y ofrecer acompañamiento a las víctimas de las violencias y fortalecer nuestras capacidades para seguir aportando en la construcción de la paz.

La visita del Papa Francisco a nuestra patria en el Año de la Misericordia nos fortalece en estos propósitos, pues viene a confirmarnos en la fe y ésta, por su conexión con el amor «se pone al servicio concreto de la justicia, del derecho y de la paz.»

Para recibir al Papa hemos de prepararnos adecuadamente. No sólo de manera logística y mediática sino principalmente espiritual, eclesial y pastoral; de modo que se abra nuestro corazón, nuestra mente y todo nuestro ser para reconocer en las palabras del Vicario de Cristo, la voz de Dios que nos invita a una conversión pastoral para continuar con  dinamismo misionero la transformación de nuestra Iglesia.

Confiamos que la alegría de la visita del Papa a México sea un acontecimiento significativo. Invitamos a todos los fieles católicos y personas de buena voluntad a estar atentos a su enseñanza, en la que sin duda encontraremos inspiración y aliento para contribuir al progreso de nuestra Patria por caminos de justicia y de paz.

Que las celebraciones guadalupanas nos dispongan a iniciar el Año de la Misericordia en cada una de las diócesis con la presencia y el testimonio de María, Madre  Misericordiosa, que vino a nuestro pueblo para acercarnos la ternura de Dios.

 José Francisco, Card. Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, Presidente de la CEM.

 Eugenio Andrés Lira Rugarcía, Obispo Auxiliar de Puebla, Secretario General de la CEM

Con información e imágenes de:
Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM)

13 Jul 2015

HELLO! 1

El Papa Francisco con los jóvenes en Paraguay

“Las Bienaventuranzas son el plan que Jesús tiene para ustedes jóvenes, nos ayudan a ir contra corriente”, lo dijo el Papa Francisco en el Encuentro con los Jóvenes del Paraguay en el litoral de la Costanera de la bahía de Asunción.

Este domingo, 12 de julio, en su última actividad en Paraguay, el Santo Padre encontró a los Jóvenes con quienes diálogo de modo espontáneo después de haber escuchado algunos testimonios y haber entregado su discurso.

Audio completo de las palabras espontáneas del Santo Padre:

En su discurso entregado, el Pontífice resaltó la valentía de los jóvenes paraguayos y dijo que en los testimonios de los jóvenes se evidenciaron dos claves importantes: los amigos y los retiros espirituales. “Los amigos, dijo el Papa, es de los regalos más grande que una persona, que un joven puede tener y puede ofrecer. Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús. Cuando uno quiere a alguien, le está al lado, lo cuida, ayuda, le dice lo que piensa, sí, pero no lo deja tirado. Los amigos se hacen el aguante, se acompañan, se protegen. Así es el Señor con nosotros. Nos hace el aguante”.

Refiriéndose a los retiros espirituales, el Obispo de Roma afirmó que “San Ignacio hace una meditación famosa llamada de las dos banderas. Describe por un lado, la bandera del demonio y por otro, la bandera de Cristo. Con esta meditación, nos hace imaginar, como sería pertenecer a uno u a otro equipo. Sería como preguntarnos, ¿con quién querés jugar en la vida? Y dice San Ignacio que el demonio para reclutar jugadores, les promete a aquellos que jueguen con él riqueza, honores, gloria, poder. Serán famosos. Todos los endiosarán”.

Por otro lado, señaló el Sucesor de Pedro, “nos presenta la jugada de Jesús. No como algo fantástico. Jesús no nos presenta una vida de estrellas, de famosos, por el contrario, nos dice que jugar con él es una invitación, a la humildad, al amor, al servicio a los demás. Jesús no nos miente. Nos toma en serio”.

(Renato Martinez – RV)

Texto del discurso entregado por el Papa Francisco

Queridos jóvenes:

Me da una gran alegría poder encontrarme con ustedes, en este clima de fiesta. Poder escuchar sus testimonios y compartir su entusiasmo y amor a Jesús.

Gracias a Mons. Ricardo Valenzuela, responsable de la pastoral juvenil, por sus palabras. Gracias Manuel y Liz por la valentía en compartir sus vidas, sus testimonios en este encuentro. No es fácil hablar de las cosas personales y menos delante de tanta gente. Ustedes han compartido el tesoro más grande que tienen, sus historias, sus vidas y cómo Jesús se fue metiendo en ellas.

Para responder a sus preguntas me gustaría destacar algunas de las cosas que ustedes compartían.

Manuel, vos nos decías algo así: «Hoy me sobran ganas de servir a otros, tengo ganas de superarme». Pasaste momentos muy difíciles, situaciones muy dolorosas, pero hoy tenés muchas ganas de servir, de salir, de compartir tu vida con los demás.

Liz no es nada fácil ser madre de los propios padres y más cuando uno es joven, pero qué sabiduría y maduración guardan tus palabras cuando nos decías: «Hoy juego con ella, cambio los pañales, son todas las cosas que hoy les entrego a Dios y estoy apenas compensando todo lo que mi madre hizo por mí».

Ustedes jóvenes paraguayos, sí que son valientes.

También compartieron cómo hicieron para salir adelante. Dónde encontraron fuerzas. Los dos dijeron: «En la parroquia». En los amigos de la parroquia y en los retiros espirituales que ahí se organizaban. Dos claves muy importantes: los amigos y los retiros espirituales.

Los amigos. La amistad es de los regalos más grande que una persona, que un joven puede tener y puede ofrecer. Es verdad. Qué difícil es vivir sin amigos.  Fíjense si será de las cosas más hermosas que Jesús dice: «yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre» (Jn 15,5). Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús. Cuando uno quiere a alguien, le está al lado, lo cuida, ayuda, le dice lo que piensa, sí, pero no lo deja tirado. Así es Jesús con nosotros, nunca nos deja tirados. Los amigos se hacen el aguante, se acompañan, se protegen. Así es el Señor con nosotros. Nos hace el aguante.

Los retiros espirituales. San Ignacio hace una meditación famosa llamada de las dos banderas. Describe por un lado, la bandera del demonio y por otro, la bandera de Cristo. Sería como las camisetas de dos equipos y nos pregunta, en cuál nos gustaría jugar.

Con esta meditación, nos hace imaginar, como sería pertenecer a uno u a otro equipo. Sería como preguntarnos, ¿con quién querés jugar en la vida?

Y dice San Ignacio que el demonio para reclutar jugadores, les promete a aquellos que jueguen con él riqueza, honores, gloria, poder. Serán famosos. Todos los endiosarán.

Por otro lado, nos presenta la jugada de Jesús. No como algo fantástico. Jesús no nos presenta una vida de estrellas, de famosos, por el contrario, nos dice que jugar con él es una invitación, a la humildad, al amor, al servicio a los demás. Jesús no nos miente. Nos toma en serio.

En la Biblia, al demonio se lo llama el padre de la mentira. Aquel que prometía, o mejor dicho, te hacía creer que haciendo determinadas cosas serías feliz. Y después te dabas cuenta que no eras para nada feliz. Que estuviste atrás de algo que lejos de darte la felicidad, te hizo sentir más vacío, más triste. Amigos: el diablo, es un «vende humo». Te promete, te promete, pero no te da nada, nunca va a cumplir nada de lo que dice. Es un mal pagador. Te hace desear cosas que no dependen de él, que las consigas o no. Te hace depositar la esperanza en algo que nunca te hará feliz. Esa es su jugada, esa es su estrategia. Hablar mucho, ofrecer mucho y no hacer nada. Es un gran «vende humo» porque todo lo que nos propone es fruto de la división, del compararnos con los demás, de pisarle la cabeza a los otros para conseguir nuestras cosas. Es un «vende humo» porque, para alcanzar todo esto, el único camino es dejar de lado a tus amigos, no hacerle el aguante a nadie. Porque todo se basa en la apariencia. Te hace creer que tu valor depende de cuánto tenés.

Por el contrario, tenemos a Jesús, que nos ofrece su jugada. No nos vende humo, no nos promete aparentemente grandes cosas. No nos dice que la felicidad estará en la riqueza, el poder, orgullo. Por el contrario. Nos muestra que el camino es otro. Este Director Técnico les dice a sus jugadores: Bienaventurados, felices los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por la justicia. Y termina diciéndoles, alégrense por todo esto (cf. Mt 5,1-12).

¿Por qué? Porque Jesús no nos miente. Nos muestra un camino que es vida, que es verdad. Él es la gran prueba de esto. Es su estilo, su manera de vivir la vida, la amistad, la relación con su Padre. Y es a lo que nos invita. A sentirnos hijos. Hijos amados.

Él no te vende humo. Porque sabe que la felicidad, la verdadera, la que deja lleno el corazón, no está en las «pilchas» que llevamos, en los zapatos que nos ponemos, en la etiqueta de determinada marca. Él sabe que la felicidad verdadera, está en ser sensibles, en aprender a llorar con los que lloran, en estar cerca de los que están tristes, en poner el hombro, dar un abrazo. Quien no sabe llorar, no sabe reír y por lo tanto, no sabe vivir. Jesús sabe que en este mundo de tanta competencia, envidia y tanta agresividad, la verdadera felicidad pasa por aprender a ser pacientes, a respetar a los demás, a no condenar ni juzgar a nadie. El que se enoja, pierde, dice el refrán. No le des el corazón a la rabia, al rencor. Felices los que tienen misericordia. Felices los que saben ponerse en el lugar del otro, en los que tienen la capacidad de abrazar, de perdonar. Todos hemos alguna vez experimentado esto. Todos en algún momento nos hemos sentido perdonados, ¡qué lindo que es! Es como recobrar la vida, es tener una nueva oportunidad. No hay nada más lindo que tener nuevas oportunidades. Es como que la vida vuelve a empezar. Por eso, felices aquellos que son portadores de nueva vida, de nuevas oportunidades. Felices los que trabajan para ello, los que luchan para ello. Errores tenemos todos, equivocaciones, miles. Por eso, felices aquellos que son capaces de ayudar a otros en su error, en sus equivocaciones. Que son verdaderos amigos y no dejan tirado a nadie. Esos son los limpios de corazón, los que logran ver más allá de la simple macana y superan las dificultades. Felices los que ven especialmente lo bueno de los demás.

Liz, vos nombraste a Chikitunga, esta Sierva de Dios paraguaya. Dijiste que era como tu hermana, tu amiga, tu modelo. Ella, al igual que tantos, nos muestra que el camino de las bienaventuranzas es un camino de plenitud, un camino posible, real. Que llena el corazón. Ellos son nuestros amigos y modelos que ya dejaron de jugar en esta «cancha», pero se vuelven esos jugadores indispensables que uno siempre mira para dar lo mejor de sí. Ellos son el ejemplo de que Jesús no es un «vende humo», su propuesta es de plenitud. Pero por sobre todas las cosas, es una propuesta de amistad, de amistad verdadera, de esa amistad que todos necesitamos. Amigos al estilo de Jesús. Pero no para quedarnos entre nosotros, sino para salir a la «cancha», a ir a hacer más amigos. Para contagiar la amistad de Jesús por el mundo, donde estén, en el trabajo, en el estudio, en la previa, por whastapp, en facebook o twitter. Cuando salgan a bailar, o tomando un buen tereré. En la plaza o jugando un partidito en la cancha del barrio. Ahí es donde están los amigos de Jesús. No vendiendo humo, sino haciendo el aguante. El aguante de saber que somos felices, porque tenemos un Padre que está en el cielo.

 

Con información de news.va

10 Jun 2015

HELLO! 1

El 19 de noviembre del 2014, el Papa Francisco nombró Obispo de Linares al sacerdote Hilario González García

La Diócesis de Linares se localiza en la ciudad del mismo nombre en el Estado de Nuevo León en México. Su parroquia sede es la Catedral de San Felipe Apóstol. Al igual que la Diócesis. Al igual que las Diócesis de Saltillo, Tampico, Matamoros, Piedras Negras, Ciudad Victoria y Nuevo Laredo, es diócesis sufragánea de la Arquidiócesis de Monterrey.

La diócesis original de Linares fue erigida en 1766 con territorio de las diócesis de Guadalajara, México y principalmente de Michoacán, mas, desde estos primeros tiempos los obispos preferían residir en Monterrey por razones prácticas, pasando con el tiempo la sede a esa ciudad. La actual diócesis data del 30 de abril de 1963, por bula papal  de Juan XXIII.

El municipio de Linares cuenta con una extensión territorial de 2.445,2 km2 y de acuerdo a los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010 cuenta con una población total de 78,669 habitantes.

El día 19 de noviembre de 2014 se hizo público en la Ciudad del Vaticano, en L’Osservatore Romano, periódico oficial de la Santa Sede, que SS. El Papa Francisco, nombró como nuevo Obispo de Linares al sacerdote Hilario González García, presbítero de la Arquidiócesis vecina de Monterrey, quien se desempeñaba como rector del Seminario de Monterrey.