27 May 2016

HELLO! 1

Por: Diác. Erick Adrián Leal Ibarra

El 14 de agosto del año pasado, el Señor Arzobispo Mons. Rogelio Cabrera López nos dio los destinos para el ministerio diaconal: “Erick Adrián Leal Ibarra, Pastoral de la Salud y Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes”. Me emocioné, una sonrisa se dibujó en mi rostro y mi mente voló hacia los hospitales.

No era la primera vez que estaba en la Pastoral de la Salud; por dos años había asistido a visitar enfermos a la clínica 6. Al principio muy difícil, después, con la ayuda de Dios, fui aprendiendo mucho de los enfermos.

Una nueva oportunidad se me presentaba; visitar hospitales y acompañar a las personas en su enfermedad. Muchas veces me preguntan que cómo me va en mi ministerio diaconal; difícil respuesta: “Cómo te explico que estoy muy contento de poder acompañarlos en su enfermedad, es raro sentirme feliz en medio de sufrimiento, dolor y muerte… pero Dios me ha concedido esta maravillosa oportunidad y por eso soy feliz”.

En los hospitales se pueden experimentar diversas vivencias a la vez: ir a dar gracias a Dios por un recién nacido, hacer oración con un enfermo, bautizar de emergencia a un bebé, ir a la capilla a alabar a Dios por un familiar que se recupera, tomar la mano de la familia que acaba de perder a un ser querido, ver la sonrisa de una persona cuando la dan de alta, cantar con el corazón en la mano, jugar con los niños, llorar por la situación que pasan, llevar flores para alegrar el día, correr a urgencias por alguien que llega muy grave, disfrutar con calma a Jesús en la Eucaristía.

¿Qué más les puedo decir? He aprendido a ver a Jesús tanto en las familias como en los enfermos. Jesús se me hace el encontradizo y siempre me sorprende: me sonríe, me aprieta la mano, me acaricia, me da ánimo, me llena de esperanza, me enseña a darle sentido al sufrimiento y a la enfermedad.

Este ministerio en los hospitales, me ha ayudado a vivir una vida más plena, me ha permitido sanar mis relaciones con Dios y con los cercanos a mí, me ha sensibilizado el corazón y me sigue exigiendo extender el ministerio sanador de Jesús a todos por igual y manifestar la ternura de Jesús hacia la humanidad que sufre.

23 May 2016

HELLO! 1

Por: Diác. Juan Reynaldo Díaz Castillo

Todo seminarista espera con mucha alegría y esperanza la respuesta final de su formación, “el ser aceptado para el Orden Sacerdotal”. Es una noticia que esperamos alrededor de 10 años, después de clases y exámenes, apostolados, disciplina, etc.

Cumplir con los requisitos que nos pide la Iglesia para poder solicitar este santo sacramento.

Luego de que el equipo formador, realizara los debidos escrutinios, estos resultados fueron entregados al Señor Arzobispo Mons. Rogelio Cabrera, y era por parte de él que recibiríamos la tan esperada noticia.

Un día uno de nuestra generación se topó con Monseñor Rogelio, y como es peculiar de nuestro Pastor, el siempre está atento nos pregunta nuestro estar. Y para pronto le mencionó este diácono “pues muy emocionados por recibir nuestra respuesta”. Y es así como el Arzobispo nos dio fecha para darnos la noticia. Nos esperaba en su casa el domingo 8 de mayo de 2016, a las 5:00 p.m.

Todo ese fin de semana fue muy emocionante, una larga espera para el domingo, pero cual era la prisa si ya habíamos esperado tantos años de formación. Llegamos a su casa alrededor de las 4:30 p.m. tomamos asiento en la sala, platicamos un rato con Monseñor Rogelio y unos invitados, y muy puntual se retira para ir a su oficina y preparar nuestra entrevista.

La entrevistas estaban marcadas cada 15 minutos, aunque alguno nos tardamos un poquito más porque nos gusta la plática. Cada uno iba bajando y nos comunicaba su alegría de lo que el Señor Arzobispo y él charlaron acerca de su ordenación, cada uno tuvo diferentes temas, pero eso si, a todos nos preguntaba “¿Quieres ser ordenado presbítero?”, y con mucha alegría cada uno de nosotros respondía.

Después de las entrevistas y nuestras respuestas, tuvimos un momento de convivencia con nuestro Pastor, muy amablemente nos brindo los alimentos de esa cena, entre risas y pláticas disfrutábamos de tan gran noticia. Al término de nuestra cena ya para retirarnos nos dio la fecha, hora y lugar de nuestra ordenación sacerdotal, 15 de agosto de 2016 a las 6:00 p.m. en la Basílica de Guadalupe.

Así es que los 10 diáconos a ordenarse este día esperamos contar con su presencia, pues esta fiesta es una fiesta para todos, es un sacramento que se comparte con toda la Iglesia de Monterrey.

15 Ago 2015

HELLO! 1

El pasado viernes 14 de agosto, la iglesia de Monterrey recibió con agrado a 13 nuevos diáconos transitorios, que servirán de manera especial en pastorales específicas como cárceles, centros de rehabilitación y hospitales, todas éstas, tareas de amor y servicio a la comunidad.

En palabras de nuestro pastor, Don Rogelio Cabrera López “el amor no es solo un sentimiento… se concreta en las acciones de todos los días. Ser servidor, ser diácono, es ir allá, donde nadie quiere ir”, y estos nuevos diáconos están invitados precisamente a vivir este ministerio de servicio con particular esmero, fungiendo como canales del amor de la iglesia y Cristo, propagando el ternura de quien los ha llamado a seguirlo, precisamente sirviendo con afecto y misericordia.

En la homilía, nuestro arzobispo, recalcó de manera especial que ser diácono es ser servidor, cercano a la gente que sufre; y es que precisamente ese es su ministerio, mostrarse próximo a quienes Cristo quiere ser prójimo, por lo que la encomienda principal de los nuevos diáconos será hacerse presente, dice el Arzobispo, como Cristo samaritano, que busca a aquel que sufre. Su misión, en sintonía a la de Jesucristo será “el anuncio de la buena nueva a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos, rotos u oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor” (Cfr. Lc 4,18-19); todo esto bajo 3 peticiones: guardar el celibato por toda la vida, como una entrega generosa por amor al servicio del pueblo de Dios, la oración frecuente, recitando las horas principales de la liturgia, y el dedicar gran parte de su tiempo a los pobres y el acompañamiento de enfermos, así como celebrar los sacramentos del bautismo y el matrimonio.

La invitación del Arzobispo a los fieles en esta ordenación fue a orar por todos aquellos que ejercen el ministerio de diaconía, y a ser agradecidos con el Señor que se ha mostrado espléndido con la comunidad, al suscitarnos 20 nuevos diáconos, 13 transitorios y 7 permanentes, éstos últimos que serán ordenados también a finales de agosto.

Encomendados a nuestra Señora del Roble, los 13 nuevos diáconos, fueron convidados a propagar su devoción, y a ser muy acercados a ella, así como a vivir su ministerio con alegría y disponibilidad en el servicio, como siervos fieles y confiables.

 

Por: Jesús Pablo Saldívar Castillón

11 Ago 2015

HELLO! 1

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

Descubrí mi vocación estando en los grupos apostólicos de la parroquia de donde soy originario, cuando tenía 16 años, participando en las actividades de la parroquia y en la convivencia con mi párroco.

2. ¿Qué sentimientos vinieron a ti al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

Alegría y gratitud, por el llamado recibido.

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

La recibieron con mucha alegría, aunque mi mamá se opuso al principio, pero después aceptó que yo eligiera ese camino, mi papá me apoyo desde el principio con la decisión que yo tomara.

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Significa servir al pueblo de Dios, a ejemplo de Cristo buen pastor.

5. ¿Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación? ¿Cómo enfrentaste esto?

Si, y lo enfrente poniendo en oración y platicando con mi director espiritual.

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir Dios?

La indiferencia de las personas y la frialdad de las personas al llevarles el mensaje de Dios.

10 Ago 2015

HELLO! 1

Diác. Francisco Javier Alanís Páez

1. ¿Cuándo descubriste tu vocación? Cómo fue?

Mi vocación la descubrí en la semana Santa del 2005 en la Catedral Metropolitana de Monterrey cuando estaba ayudando como integrante del grupo de misa con Niños. Esa Semana Santa hubo un fuego que hizo arder mi corazón y que movía a decirle sí al Señor que nos llamaba a entregarnos a Él a través de la vocación al sacerdocio.

2. ¿Qué sentimientos tuviste al momento de aceptar el llamado de Dios a servir como Seminarista?

Los sentimientos que experimente fueron muchos: alegría, paz, tranquilidad, gozo. Así mismo, considero que tenía dudas, incertidumbre ante una experiencia nueva que pocas veces te muestra un camino arduo y difícil para continuar. Sabiendo que es un camino muy largo y que solo con la ayuda al pueblo de Dios llegarás al final.

3. ¿Cómo recibieron tus padres o tu familia, la decisión de Servir a Dios? ¿Recuerdas sus palabras?

Mis papás no estuvieron muy de acuerdo en un principio en que yo entrara al seminario puesto que soy el único varón de la casa y el apellido se perdería, a demás no podría darles el gozo, la alegría de tener nietos. Sin embargo; a pesar de que para ellos fue muy difícil al inicio, posteriormente, lo aceptaron con gran alegría y gozo.

4. ¿Qué significa para ti ser Sacerdote?

Ser sacerdote, es una gran oportunidad de estar con el pueblo y para el pueblo buscando mostrar a nuestros hermanos el rostro de un Cristo Joven, alegre, sencillo, portador de paz que puede cargar los problemas del pueblo de Dios y transmitir la fortaleza necesaria para cada uno de nuestros pueblos.

5. Hubo algún momento en tu caminar que dudaste de tu vocación

Dudar de mi vocación, puede ser que hayan sido periodos muy cortos que ayudaron a crecer.
¿Cómo enfrentaste esto?

Los enfrente con la ayuda de los padres del Equipo formador, con mis amigos sacerdotes como El P. Jorge y P. Lino quienes han estado muchos años en la comunidad de origen: San Jerónimo.

6. ¿Qué retos has enfrentado en la comunidad al transmitir Dios?

Los retos es poder transmitir un Dios rico en misericordia y amor que busca estar cercano al pueblo de Dios para ayudarlos a salir adelante, Así mismo, tener la capacidad de buscar Amar y Servir sin que nada nadie nos lo recompense.

08 Ago 2015

HELLO! 1

Con la participación de los diáconos, el Seminario de Monterrey aumentará este año el trabajo social desde diferentes frentes, explicó el Padre Juan Carlos Arcq, Rector de la Institución.

“En el caso concreto de los diáconos, que tradicionalmente son enviados a parroquias a dar su servicio como diáconos, el servicio del altar y el servicio de catequesis, este año se va a intensificar el área social”, dijo en rueda de prensa.

En la reunión, realizada en uno de los salones de la Basílica de Guadalupe, se presentó a los nuevos diáconos que serán ordenados el próximo viernes, así como al grupo de cinco seminaristas que serán ordenados sacerdotes un día después.

Arcq señaló que se va a iniciar la pastoral de trabajo con indigentes y en los centros de rehabilitación.

“En Semana Santa ya se hizo una primera experiencia, hay un diácono asignado de estar al frente junto al párroco de pastoral social de este proyecto y se van a enviar unos seminaristas para incursionar.”

“Ellos están haciendo un diagnóstico no sólo de los centros que se atienden como Iglesia a las personas indigentes, sino otros centros y lugares en donde están, abajo de los puentes”, agregó.

Por otro lado, dijo, se comenzará un proyecto en los centros de rehabilitación para tener presencia con catequesis y sacramentos.

Los cinco nuevos sacerdotes que serán ordenados son:

  1. Francisco Javier Alanís Páez.
  2. Sebastián Bautista Vázquez.
  3. Ernesto Castillo Torres.
  4. Luis Fernando Mejía Zaragoza.
  5. Héctor Manuel Robledo Roque.

Este año ingresarán al seminario 60 jóvenes, indicó el Pbro. Darío Torres Rodríguez, coordinador general de Comunicación del Seminario de Monterrey.

La ordenación diaconal será el viernes a las 18:00 horas en la Basílica de Nuestra Señora del Roble, y la ordenación sacerdotal el sábado a las 10:00 horas en la Basílica de Guadalupe.

 

Con información de Periódico El Norte

14 Jul 2015

HELLO! 1

Los próximos sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey, más de 10 años en el Seminario, quienes cursaron la licenciatura en Filosofía y Teología.

El  15 de agosto a las 10:00 horas en la Basílica de Guadalupe, los diáconos Francisco Javier Analís, Sebastián Bautista, Ernesto Castillo, Luis Fernando Mejía y Héctor Robledo, realizarán la ceremonia de ordenación con la imposición de manos del arzobispo de la Arquidiócesis de Monterrey, Rogelio Cabrera López.
En la generación que inició el primer año del seminario en 2005, ingresaron 26 seminaristas, de los cuales solamente concluyeron 5 personas quienes ahora son diáconos y colaboran en diversas iglesias del área metropolitana.
Antes de entrar al seminario, los interesados deben realizar un proceso vocacional de un año  en el Centro Vocacional de la Arquidiócesis de Monterrey.
Héctor Manuel Robledo Roque, uno de los próximos sacerdotes, detalló que se inscribió en el seminario durante los primeros años de su carrera en ingeniería, aunque al inicio no tuvo el apoyo de sus padres, ahora se sienten orgullosos de él.
Decidí vivir el proceso vocacional de todo un año, en retiros. Estos diez años han sido para seguir la vocación y el llamado que él me había hecho. Estaba en el tercer semestre de FIME (Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica) después me inscribí en el seminario.
“Me emociona el mucho el poder estar ya con la gente, el reto es cumplir esto que el Papa Francisco que nos ha invitado a estar con la gente, ser cercanos a ellos, una palabra importante es la misericordia, ser reflejo de Dios”, mencionó
 ¡Conócelos!
*Un sacerdote cercano
Francisco Javier Alanís Pérez

Edad: 33 años
Servicio: Capellán de la Basílica de Nuestra Señora del Roble
Valores: Ser cercano al pueblo.

Cuando Francisco Javier Alanís Pérez decidió tomar el camino de Cristo sabía no podía fallar en una cosa: ser cercano con sus semejantes.

A partir de su próxima ordenación, refirió, la misión es clara; la intención de servir también.

“Nos piden ser cercanos.  Ahí mostraré a un Dios cercano al pueblo que busca mayor gente se encuentre amada, querida y reconciliada”, dijo Alanís, quien sirvió como diácono en la comunidad de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

“Hay que dejarnos sorprender por Dios. Él nos abre caminos. Él siempre nos escucha, sólo hay que ver el regalo que nos ofrece día a día”.

También refirió pondrá atención en la comunidad joven y en la familia.

*Un sacerdote esperanzador
Luis Fernando Mejía Zaragoza

Edad: 40
Servicio: Aún por definir
Valores: La esperanza

El ministerio que Luis Fernando Mejía Zaragoza formará será de esperanza.

El diácono, próximo a ordenarse como sacerdote, aseguró que buscará servir, principalmente,  a los jóvenes y así entregarles un poco de luz en su vida.

“Estamos en un mundo muy revolucionado y lleno de cambios muy rápidos y a mí me interesaría ayudar al pueblo, sobretodo a los jóvenes, que se encuentran perdidos en la oferta. El reto o la intención sería dar luz entre tanta tragedia, violencia e incertidumbre; dar esperanza”, dijo.

“Debemos comprender su mundo y las situaciones que están pasando. Debemos estar cerca y hacerles ver que son escuchados y comprendidos, así también enseñarles que hay otros caminos por tomar”.

“No lo podemos juzgar, ni tener un prejuicio para ellos”, apuntó Mejía, quien realizó servicio como diácono en la Parroquia San Juan de los Lagos, en Villa Juárez.

*Un sacerdote alegre
Ernesto Castillo Torres

Edad: 29 años
Servicio: Vicario Parroquial de la Basílica de Nuestra Señora del Roble
Valores: Alegría y humildad.

Ser un sacerdote alegre y humilde será el objetivo de Ernesto Castillo Torres.

El diácono indicó su meta está clara: dejar esas figuras de jefes o de patrones y caminar junto con los fieles, es decir, ser una comunidad.

“Quiero tener claro que estoy para servir a la gente. Servir en la humildad, en la sencillez, en la alegría. Ser cura no es aburrida. Servir con alegría”, refirió.

 *Un sacerdote para los jóvenes
Héctor Manuel Robledo Roque

Edad: 29 años
Servicio: Aún por definir
Valores: Poner en el camino de Dios a los jóvenes

Un puente entre la misericordia entre Dios y el pueblo, especialmente los jóvenes,  será Héctor Manuel Robledo Roque.

En su sacerdocio, el diácono, quien sirvió por un año en la comunidad de Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, Salud de Nuestros Enfermos, en Escobedo, será cercano a las familias y a los jóvenes.

“Creemos que el joven no se compromete, pero no es así. Hay un compromiso del joven, pero necesitamos mostrarle a qué se está comprometiendo. La propuesta de Cristo siempre será atractiva  y hay que tenerle fe.

Ellos necesitan comprobar.  Nosotros tener confianza en ellos”, acotó.

*Un sacerdote sencillo
Sebastián Bautista Vázquez

Edad: 27 años
Servicio: Aún por definir
Valores: Ser cercano y sencillo

La encomienda cuando Sebastián Bautista se convierta  en sacerdote está clara: ser cercano y sencillo.

En entrevista, el hasta ahora diácono expresó su deseo de servir en cualquier momento a la comunidad.

“Ser cercano con la gente y sencillo para ser compasivo ante sus necesidades. Debo saber escucharlas, estar ahí para ellos, en el momento que me necesiten”

“No me creeré más que nadie; sólo estaré al servicio de los demás. No busco ostentación sólo ser uno con los demás”, dijo.

Con información de:
Periódico El Horizonte y El Porvenir
11 Jun 2015

HELLO! 1

Futuros Sacerdotes de Monterrey

Con gozo les anunciamos la alegría de nuestro Seminario y de la Arquidiócesis de Monterrey por la ORDENACIÓN SACERDOTAL que con la gracia de Dios, el próximo 15 de agosto en la Basílica de Guadalupe a las 10 am, recibirán por la imposición de manos de Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, nuestros hermanos diáconos:

  1. Francisco Javier Alanís Paez
  2. Sebastián Bautista Vazquez
  3. Ernesto Castillo Torres
  4. Luis Fernando Mejía Zaragoza
  5. Héctor Manuel Robledo Roque

Oremos por ellos, agradezcamos a Dios este regalo que hace a nuestra Iglesia y sigamos pidiendo por el aumento y la perseverancia de las vocaciones sacerdotales.

 

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27 May 2015

HELLO! 1

La experiencia vocacional en la familia de un seminarista

La Familia, elemento importante de la vocación.

San Juan Pablo II decía que, La familia está llamada a ser, por su estructura fundamental, “figura educadora vocacional”, ya que en ella surgen los primeros brotes de toda vocación, y en ella puede encontrar las condiciones adecuadas para su desarrollo. En lo personal a mí me parece que está frase del ahora santo, tiene mucho de verdadero, pues a lo largo de estos años en mi formación en el seminario, he descubierto que el nacimiento de mi inquietud vocacional, aún sin ellos percatarse mucho, surgió en la familia, pues por ejemplo mi mamá fue quien nos enseño que era importante ir a Misa, se preocupaba porque tuviéramos los sacramentos, tal vez después perdió un tanto su cercanía a la iglesia, pero nunca ha  dejado de ser esa mujer bondadosa, que nos ha dado a mis hermanos y a mí un gran testimonio de vida.

Es por eso que durante esta etapa de la formación en el Seminario, he tratado de compartir con ellos mucho de los acontecimientos que he vivido en la formación. También reconocer, que al igual que una parte de mis hermanos seminaristas y Diáconos, para algunos integrantes de mi familia no fue fácil aceptar la decisión que yo había tomado de seguir a Cristo en este camino, sin embargo de todos modos me apoyaron. Han sido muchos momentos importantes los que hemos podido compartir como familia, por ejemplo las convivencias mensuales, el DEPS (Dinámicas de Encuentros para Papás y Seminaristas) al cual tuve la oportunidad de acudir con mi mamá, debido a que mi Papá ya había fallecido antes de que yo entrara en el Seminario.

La verdad que este encuentro fue una gran oportunidad para compartir con mi Mamá el hecho de cómo me sentía llamado por Dios, y como el apoyo de mi familia para mí era muy importante, y a la vez yo pude escuchar cómo se sentía ella, y esto favoreció mucho la forma en que ella fue tomando estos años del Seminario.

Con el tiempo, cuando llegó el momento de la ordenación diaconal, ya la actitud de mi familia era muy distinta a la del principio, y a mí me dio mucho gusto el ver la alegría con la que también ellos recibían la noticia de la ordenación, y la alegría con la que juntos preparamos todos los detalles de tan importante momento. Ahora ya con el apostolado de fin de semana, no siempre hay oportunidad de ir los domingos a la casa, es por eso que ha sido para mí muy importante aprender a valorar los momentos que paso con ellos, tratar de que sean de calidad, y poder seguir compartiendo con ellos todo lo que voy viviendo en el seminario, y a la vez estar al pendiente y escuchar que ellos me compartan lo que van ellos van viviendo en sus trabajos y en la casa. Por último, me gustaría terminar diciendo que un elemento que para nosotros como familia ha sido muy importante, es mantenernos en oración unos por otros, yo oro por ellos, y ellos oran por mí, esto verdaderamente nos ha fortalecido como Familia.

 

Diác. Héctor Manuel Robledo Roque.