12 Dic 2019

HELLO! 1

“Non fecit taliter omni nationi” (No ha hecho cosa igual con las demás naciones) fueron las palabras con las que Su Santidad Benedicto XIV tituló la bula que emitiera el 15 de marzo de 1754, donde aprobó el título de la “Santísima Virgen María de Guadalupe” patrona principal de la nación mexicana y estableció su fiesta el 12 de diciembre de manera solemne y oficial. Así como aquella madrugada del 12 de diciembre de 1531, cuando la Señora del cielo visitó de manera especial nuestra nación. A partir de ese día el pueblo de México; comprendió que contaba con la protección maternal de la mismísima Madre del Hijo de Dios por quien se vive.

Han pasado casi 500 años de aquel prodigioso acontecimiento, aquella imagen que aún contempla y es contemplada por miles de fieles, ha cautivado a los últimos Pontífices de la Iglesia, ha inspirado a grandes poetas, músicos y escritores. Pues su misteriosa pero tierna mirada, tiene un imán que cautiva y nos inspira el amor de una madre. La aparición de Virgen de Guadalupe es uno de los más profundos misterios de nuestra fe popular, su imagen es fácil encontrarla en todas partes, porque el pueblo de México y de algunos otros países tiene un afecto especial por ella.

Es evidente que hoy en día, nuestra nación atraviesa por un momento de crisis, las estructuras sociales cada vez están más complicadas, de igual modo la Iglesia también vive esta crisis, y y esto me pone a pensar en el esfuerzo de los primeros misioneros, que comenzaron a evangelizar estas tierras. Por ejemplo: el primer obispo de México Fray Juan de Zumárraga, a quien le toca ser de los primeros testigos en contemplar la prodigiosa imagen. Con la aparición de Guadalupe, la fe dio un giro de 360°, el número de bautizados creció de forma extraordinaria y la fe se extendió rápidamente. En aquellos años, también la Iglesia y el pueblo atravesaba por una crisis, pero Ella vino a nuestro encuentro, para llevarnos a su Hijo.

Hoy es un buen día para recurrir a sus manos amorosas y dejarnos contemplar por su mirada. La veneración a la Virgen de Guadalupe ha despertado en el pueblo, una grande y fuerte confianza que nos une a ella, ya que siempre se presenta diligente y solicita para darnos auxilio y defensa en nuestras dificultades. En ella podemos encontrar un impulso para practicar la caridad cristiana, pues en María existe una predilección por los más pobres y los más humildes. Nunca olvidemos que es nuestra madre, la madre de todos y cuando estemos en necesidad recurramos a ella, pues siempre está dispuesta a remediar nuestras angustias.

¡Santa María de Guadalupe, salva nuestra patria y conserva nuestra fe!

Héctor Elías Morales Montes
2do. de Teología

17 Sep 2019

HELLO! 1

Se cumplen 209 años que según la historia, se dieron los inicios de la lucha por la independencia del territorio nacional, hoy conocido como México. Han pasado ya más de dos siglos en que México se constituía como nación libre y soberana, sin duda fueron tiempos muy difíciles de inestabilidad social, económica y religiosa; pero gracias a aquellos hombres y mujeres valientes de quien hoy también hacemos heroica memoria, somos un pueblo con identidad y soberanía propia.

México sigue luchando por ser un país más justo, con mayor libertad y con una identidad bien arraigada. En los inicios de la lucha por la independencia se tenía como ideal, la no esclavitud de los hombres, el respeto de los derechos y garantías que la sola dignidad humana merece. Sin embargo es bueno preguntarnos ¿En verdad somos libres? ¿En verdad promovemos la dignidad de la persona? Quizá hoy en día no vivimos sujetos a las disposiciones de otro país, quizá no somos dominados por una monarquía, pero en estos tiempos en que todo se torna difícil y pesado, debemos seguir trabajado por una nación más justa, donde la persona realmente valga como lo que es y no por lo que pueda producir o hacer.

La construcción de nuestra nación no ha sido cosa fácil, han sido años de lucha, de ir caminando e ir plasmando huella, nos hemos enfrentado a muchas situaciones en las que el pueblo mexicano ha manifestado sus ideales y su identidad como una nación que se sabe autentica y humana. En los muchos problemas a los que hoy nos enfrentamos, debemos trabajar juntos, las soluciones no les competen a unos cuantos, sino que cada uno de nosotros debemos tomar nuestro lugar para que esta nación siga caminado, se siga construyendo y auto determinando.

Hoy viene a mi mente el Sr. Cura. Miguel Hidalgo y Costilla, padre de la patria. Aquel párroco que en la noche del 15 de septiembre de 1810, al repique de las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores en Guanajuato, convocaba al pueblo con el estandarte de Nuestra Señora de Guadalupe, un hombre que supo identificar el acontecimiento guadalupano como identidad para todos los mexicanos. Nunca permitamos que nuestra historia sea borrada o manipulada. La historia de cualquier pueblo es la fuente de su identidad, es la memoria de sus héroes, de sus luchas, sus derrotas y sus logros, cuidemos como un tesoro invaluable la historia de nuestra nación y nuestra gente.

Contemplemos la prodigiosa imagen de Nuestra Madre Santa María de Guadalupe, y elevemos una oración por nuestra patria, por los mexicanos y mexicanas que todos los días luchan por ser una mejor nación, por aquellos hermanos que han tenido que dejar nuestra nación para buscar una vida mejor , por aquellos que nos gobiernan para que trabajen por la justicia y la paz, y por último, por nuestra Santa Madre la Iglesia, para que sepa ser testimonio de consuelo y esperanza para todos los mexicanos, especialmente por aquellos que sufren.

¡Viva México! ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Nuestra Señora de Guadalupe!
¡Viva Nuestra Santa Madre la Iglesia! ¡Viva México!

Héctor Elías Morales Montes
2do. de Teología