20 Sep 2024

HELLO! 1

Este sábado 21 de septiembre a las 6:00 p.m. estaremos celebrando el festival católico “VocFest 2024” en las instalaciones del Seminario de Monterrey en San Pedro.

El VocFest es organizado por la Pastoral Vocacional y la Pastoral Juvenil, creando un espacio de convivencia, oración, reflexión y escucha de los jóvenes, en un ambiente festivo, buscando que se atrevan a preguntarle a Jesús, cuál es la misión que tiene para sus vidas.

Este año nos acompañan los ministerios de música Hakuna Group Music, Amén, One, Emaús, Zamar y Jésed; además de contar con la participación del Padre Borre y Monseñor Carlos Alberto Santos García, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Monterrey.  

El evento es gratuito y aunque es un evento organizado especialmente para los jóvenes, son bienvenidos todos aquellos que buscan dedicar un espacio de su tiempo para celebrar y orar por las vocaciones.  

Para asistir, sólo tienes que registrarte en:

https://forms.gle/743Z4334btrRe9yt8

Si quieres conocer más sobre el VocFest, visita el Facebook del Centro Vocacional de Monterrey: https://www.facebook.com/centrovocmty

19 Ago 2022

HELLO! 1

¿Cómo son los jóvenes hoy en día? Una pregunta que nos hace mirar a la íntegra existencia y manifestaciones de la juventud. ¿Hay alguna diferencia entre la etapa juvenil del siglo XXI a la realidad de las décadas anteriores?, ¿a qué hechos tienen que responder los chavos de hoy?, ¿qué es lo que le apasiona o le mueve al joven de la actualidad? Diversas respuestas pudiéramos encontrar o decir ante estas cuestiones, lo que parece un hecho es el poder observar que la juventud sigue manifestando esas pinceladas únicas y peculiares que a lo largo del tiempo la han caracterizado. 

Cuando una persona tiene la oportunidad de compartir o convivir con un joven, puede contemplar una serie de propiedades que distinguen a la persona en esa etapa de jovialidad. Y es que este momento en la vida manifiesta un tiempo trascendental en la historia de cada persona. Se llega a ser joven después de la infancia (para muchas personas una fase de alegría e inocencia). En la antesala de la juventud se experimenta la adolescencia, que es, de modo ordinario, el torbellino de las emociones y de los cambios corporales, para llegar así, al momento donde se busca forjar de un modo delicado y a la vez firme la propia personalidad, es decir: la juventud.

En la actualidad se dice que los jóvenes están expuestos a muchos fenómenos socioculturales que van “modificando” la vida, el corazón, la perspectiva de cada uno. Si observamos los retos a los cuales están expuestos, podemos decir que la juventud se encuentra ante un bombardeo de situaciones hedonistas, cambiantes, dinámicas y retadoras ante las cuales tienen que aprender a responder con eficacia y valentía. 

Por lo cual, se pudiera decir que los jóvenes contemporáneos son apasionados, gentiles, preocupados por su entorno y las problemáticas globales, se involucran y son agentes de cambios. Generan propuestas y son ruidosos al hacer notar sus opiniones. Son y están creando el futuro en el presente del hoy. 

Así mismo, la juventud actual se enfrenta a diferentes retos que en épocas anteriores, ni siquiera se podrían imaginar las generaciones previas. Desde pandemias, guerras, cambios sociales y tecnológicos, siendo estos últimos los que han radicalizado la forma de interactuar entre todos, permitiendo abrir las fronteras, inmersos en la globalización que ha generado que ellos mismos lleguen a relacionarse con jóvenes de otras culturas y naciones. 

La apertura a otros contextos, escenarios e ideologías también ha generado fenómenos, los cuales se traducen en padecimientos que se han visto reflejados en la salud mental de los jóvenes. Organizaciones como la OMS han analizado dicha realidad con diversos especialistas, brindando estadísticas como las arrojadas en el año 2020. Estos estudios señalan que: la depresión es la primera causa de incapacidad en la juventud mundial, y el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. 

Números crudos que nos hacen voltear hacia la importancia de la sensibilización de los retos que se enfrentan los jóvenes en el día a día. Entornos laborales y estudiantiles llenos de estrés, violencia y poca seguridad que, al acercarse a esta realidad, uno pudiera caer en el pesimismo de las cifras, donde las enfermedades psicológicas (tal vez cada vez más ordinarias o cercanas en nuestro lenguaje), las crisis existenciales y las dificultades de la vida parecen apreciarse en el diario vivir. Ante estos fenómenos, es reconfortante escuchar las palabras de nuestro Maestro: Joven, a ti te lo digo, ¡Levántate! (Lc 7, 14).

En el ámbito eclesial, esta revolución de circunstancias ha llevado de algún modo también a una “crisis vocacional”, la cual hemos venido padeciendo como Iglesia desde hace algunas décadas. Ante estas realidades, siguen existiendo jóvenes que con audacia y docilidad escuchan la voz de Dios en medio de los ruidos del mundo y son capaces de responder con generosidad al proyecto de Dios, ese plan de salvación que es el verdadero camino de la felicidad.

De igual modo, la resiliencia presente en el joven actual es admirable, su constante búsqueda de alternativas para crear un mejor mundo, su deseo de avanzar, de crecer, de ser mejor cada día demuestra su pasión, interés y motivación para continuar desarrollándose y lograr sus objetivos en la vida. Por lo que un aspecto importante que nunca debemos olvidar como personas, mucho menos como hijos de Dios, es recordar y experimentar que la juventud es sinónimo de fortaleza, dinamismo, alegría, amistad, ímpetu, entre otros adjetivos que pueden describir la realidad de los jóvenes.  

El Papa Francisco nos recordaba hace poco que “la verdadera juventud es tener un corazón capaz de amar.” (CV 13) Sin duda, una de las características fundamentales en el joven es el corazón inquieto que busca amar y sentirse amado buscando en la convivencia el sentirte perteneciente a un grupo o a un círculo de amistad, amistad entre las personas, siendo amigo en el amigo, en Dios. 

“Ser joven, más que una edad es un estado del corazón. De ahí que una institución tan antigua como la Iglesia pueda renovarse y volver a ser joven en diversas etapas de su larguísima historia. En realidad, en sus momentos más trágicos siente el llamado a volver a lo esencial del primer amor”. (CV 34). Es por ello mismo, que el Papa Francisco nos convoca a que “miremos a los jóvenes siempre con una sonrisa; ellos llevarán adelante lo que hemos sembrado”.  

Nunca olvidemos que, al mirar a Jesús el eternamente joven, Él quiere regalarnos un corazón siempre joven. La Palabra de Dios nos pide: «Eliminen la levadura vieja para ser masa joven» (1 Co 5,7). La juventud ha sido, es y será un reflejo del dinamismo de la vida, la pasión que nos mueve a disfrutar cada momento del latir del corazón, la alegría de actuar con fortaleza que renueva el sentido de vivir.

Al mismo tiempo, Cristo nos invita a despojarnos del «hombre viejo» para revestirnos del hombre «joven» (cfr. Col 3,9-10) “Necesitamos soñar, también como Iglesia, ¡necesitamos el entusiasmo y el ardor de los jóvenes para ser testigos de Dios, que es siempre joven!” nos recuerda el Papa Francisco con insistencia. Pidamos a nuestro Buen Pastor que nos conceda la gracia de tener un corazón que se deje renovar por su gracia, para poder ser siempre, en medio del mundo un signo de la novedad del Dios de la vida que nos llama a la alegría.

Pbro. Ángel Josué Loredo García 

Auxiliar de Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Monterrey

19 Mar 2021

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El inicio de la primavera trae consigo la sensación de la renovación de toda la vida. Al observar cómo la naturaleza vuelve a conseguir sus verdes colores, llenan el alma del hombre de alegría, en contraposición al color gris del invierno. Hay una dinámica interna en el hombre que le hace apreciar de forma distinta los hechos con los que convive diariamente en la rutina, le hace ver las cosas de una forma nueva y con sentido completo. ¿Cuántas veces no hemos padecido, aunque sea mínimamente, la falta de sentido en nuestra vida? ¿Y cuántas más, con mayor fuerza, la alegría invade nuestro corazón?

Se ha iniciado el proyecto «Noches de Sol», un proyecto del Seminario para los jóvenes, que tiene por objetivo encender el corazón por medio de la música católica. Será un tiempo especial, en el que seminaristas, artistas y jóvenes cantores, espectadores y muchos más, puedan encontrarse para expresar de viva voz la alegría del Evangelio y de la salvación de Cristo.

Concretamente «Noches de Sol» es un concurso de cantos católicos acompañados por el Seminario de Monterrey, con tres finalidades: el encuentro, la manifestación de carismas que hay en nuestra Iglesia y el discernimiento vocacional.

El encuentro se realiza por medio de las redes sociales, donde seminaristas, personajes importantes de la actualidad, artistas y jóvenes de la Arquidiócesis estaremos en comunicación por medio de transmisiones en vivo, dinámicas de votación, comentarios y, ante todo, en la oración.  En cuanto a la manifestación de carismas, es muy notable que nuestra Iglesia tiene abundancia de talentos para el servicio del pueblo de Dios y del prójimo. El canto no es la excepción.

Un concurso de canto católico hará patente aquellos dones y carismas musicales que tenemos en nuestra Iglesia para que, a la vez, toda la Iglesia de Monterrey pueda contemplarlos y disfrutarlos en un encuentro fraterno. Por último, la finalidad esencial de este proyecto radica en la motivación y apoyo para el discernimiento vocacional en los jóvenes. En este sentido, hay que aclarar que la vocación no se reduce a la decisión de entrar a un Seminario o alguna casa de formación para la vida consagrada; sino que la vocación es un llamado que hace Dios al hombre para darle sentido a nuestra vida y a todo nuestro existir. Ella responde a las inquietantes más importantes de la vida ¿Quién soy? ¿para quién soy ¿a dónde voy? ¿por qué yo?

El modo de realizar el concurso de «Noches de Sol» será por medio de una inscripción en línea. Tanto las bases como el formato de inscripción están publicadas en las redes sociales del Seminario de Monterrey. Una vez inscritos los participantes se les enviaran indicaciones para comenzar con la primera selección a través de un video musical.

Aunque el concurso del canto vocacional es la médula espinal de este proyecto, toda la actividad gira en torno a los contenidos vocacionales que toman una directriz concreta a través del llamado, la libertad, el amor, la responsabilidad, y la misión.

Creo que «Noches de Sol» será una de las más importantes formas para lograr una comunicación real del Seminario de Monterrey con los jóvenes e interesados en este ámbito musical y vocacional de nuestra Iglesia. Existe un fuerte trabajo de fondo que evita realizar un proyecto vacío, sino que pueda incidir efectivamente en el corazón de los jóvenes.

«Noches de Sol» será una luz en medio de la oscuridad que hará sentir el calor interno de la esperanza en una fría y larga noche que se está viviendo en todo el mundo y también en nuestra Arquidiócesis.

 

Sergio Mendoza González

Seminarista

3ero de Filosofía

05 Jun 2020

Como cada año, el mes de Junio es mes de misiones. Por ello, los seminaristas salimos al encuentro con la comunidad para evangelizar, como parte nuestra formación pastoral.

Este año, en comunión con la Pastoral Juvenil, la Pastoral Vocacional, Cáritas de Monterrey y la Vicaría de Pastoral con la Misión COVID, uniremos esfuerzos para acompañar a la comunidad, de manera especial a los jóvenes de nuestra Arquidiócesis, ante la contigencia que estamos viviendo, del 7 al 27 de Junio.

Nuestros obispos han contemplado una realidad, que necesita ser escuchada, y acompañada, por lo que la misión caminará por tres ejes:
1. Las plataformas digitales que los grupos de jóvenes tienen en nuestra Arquidiócesis, desarrollando contenido de valor para niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
2. Ayudando físicamente en algunas parroquias, donde los sacerdotes son vulnerables a la pandemia.
3. Apoyando a Cáritas de Monterrey, en los proyectos que han desarrollado para la comunidad más vulnerable de nuestra Arquidiócesis.

La crisis por la contingencia puede resultar limitante, pero vemos en ella la oportunidad de predicar el Evangelio; pues el anuncio de la Buena Nueva se da por la Gracia de Dios, no se basa en nuestras limitaciones, nuestro protagonismo, nuestras habilidades o logros.

¡Es tiempo de reavivar la esperanza! Porque llevamos un tesoro en vasijas de barro, que nos mueve a dar testimonio de Cristo Resucitado (cfr. 2Cor 4,7).