20 Jun 2020

HELLO! 1

Nos remontamos al principio de la historia, en donde Cristo hace palpitar los corazones cansados y afligidos, en busca de ese amor faltante en sus vidas. Jesucristo es quien viene a derramar toda su gracia a este mundo para nuestra salvación, y es hasta el punto de la Cruz donde lo hace culmen, donde su costado es traspasado, y su sangre es derramada como bendición. ¿Qué más podemos pedir? Su amor es mejor que todo lo que tenemos en nuestra vida.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús existe desde el principio de la cristiandad, pero es hasta el siglo XVII cuando Jesús pide a Santa Margarita María Alacoque que se establezca una fecha específica para su celebración, y a raíz de sus revelaciones en junio del año 1675, se estableció precisamente en este mes, celebrándose específicamente el viernes posterior a la Solemnidad de Corpus Christi. Es decidido así debido a la gran cantidad de personas que desagradaban y mostraban ingratitud ante el gran milagro del Cuerpo y la Sangre de Cristo entregada por amor para nuestra salvación. Por lo tanto, esta devoción es principalmente de reparación ante las injurias a la Santa Eucaristía.

Junto a Jesús se encuentra María, por esto mismo, podemos encontrar en el calendario litúrgico la celebración del Inmaculado Corazón de María el día siguiente a la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Esta devoción mariana surge como resultado de la gran influencia espiritual de la devoción del Sagrado Corazón de Jesús que fue promovida por San Juan Eudes y esta festividad de la Virgen María está íntimamente unida a Jesús, porque nos dirige a Él.

Así pues, ante estas celebraciones que hemos vivido, digámosle desde nuestro interior al Señor ¡te amo con todo mi corazón! Te entrego toda mi vida y mi ser, ayúdame a valorar cada momento que paso ante tu presencia, permite Señor que mi vida se una a la tuya. Cuestiónate también, ¿qué tanto he recurrido a la Eucaristía?, ¿he tenido un encuentro vivo con el Señor?, ¿lo he buscado en estos tiempos de contingencia e incertidumbre? Son muchas las cosas que nos pueden distraer, pero somos nosotros los que decidimos traer a Jesús a nuestro hogar, por eso es importante recordar que somos parte también de una iglesia doméstica, y que Él está con nosotros en nuestra casa.

Por lo tanto, es conveniente que nos informemos más sobre esta devoción que nos ofrece grandes riquezas espirituales que nos ayudan a alcanzar el cielo. Por eso te invito a realizar el siguiente quiz para que te des cuenta cuanto sabes de ella.