23 Oct 2023

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Es importante recordar en primera instancia el aspecto general de los sínodos, para enseguida tomar partida en el que está reflexionando nuestra Iglesia Católica. Los sínodos fueron creados por el Papá Pablo VI en el marco del Concilio Vaticano II con el motu proprio Apostólica Sollicitudo de 1965 para pedir la participación de los obispos de todo el mundo en asuntos de interés para la Iglesia universal y con la intención de mantener vivo el espíritu de colegialidad que nació tras el concilio. Estos sínodos son presididos por el Papa personalmente o por otros medios, en donde se toman decisiones sobre un determinado tema que haya seleccionado el mismo Papa de aquellos que fueron propuestos por la colegialidad de los obispos. En el caso concreto de este Sínodo que se está llevando actualmente el tema elegido es: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Que corresponde a las características propias de universal, actual, de urgencia, con relevancia pastoral y sólida base doctrinal que lleve a la ejecutividad.

El Intrumentum Laboris o documento de trabajo de este sínodo, que no es un borrador de las conclusiones finales, sino un texto provisional para focalizar la discusión durante la asamblea, nos comparte en su número cuatro que hay ciertas particularidades que vive la Iglesia en diferentes regiones, tales como: las guerras, que exigen una construcción de una paz justa; el cambio climático, que tiene prioridad en el cuidado de la casa común; los sistemas económicos que producen desigualdad y explotación; la experiencia de sufrir persecución hasta el martirio; el creciente pluralismo cultural que lleva a un secularización mas intensa. Situaciones que no dejan de tener sed de la Buena Nueva del Evangelio, y que hace evidente la urgencia misionera. Siendo conscientes que lo que se encuentra en juego en nuestra época es la capacidad de anunciar el Evangelio caminando junto a los hombres y mujeres en el lugar en donde se encuentren.   

El Papa Francisco en su discurso de inicio del proceso sinodal, publicado en octubre del año pasado, nos recordó que un sínodo es un sondeo de las opiniones, un momento eclesial, en donde el protagonista es el Espíritu Santo, que ha llevado a reflexionar en aquello mencionado por el Evangelista san Juan, “que todos seamos uno” (Cfr. Jn 17, 21). Estamos llamados a la unidad, a la comunión, a la fraternidad que nace del sentirse abrazados por el amor de Dios; lo que no hace caminar juntos en un único Pueblo de Dios, haciendo experiencia de una Iglesia que recibe y vive la unidad, abriéndose a la voz del Espíritu Santo.

El Papa Francisco ha querido que en este sínodo se reflexione de modo especial en la comunión, la participación y la misión, siendo conscientes que el primer y tercer término nos recuerdan las expresiones teológicas que designan el misterio de la Iglesia. La comunión expresa la naturaleza de la Iglesia, que ya había precisado el Concilio Vaticano II, pero también nos recuerda que ha recibido la misión de anunciar el reino de Dios. De igual manera, ambos términos unidos buscan que se contemple y se busque imitar la vida de la Santísima Trinidad.

Con respecto a la participación, el Papa recuerda que en la Iglesia se debe expresar la sinodalidad de una manera concreta en el caminar y en el obrar, en donde se implique realmente a todos, pues la comunión y misión corren peligro de quedarse como términos abstractos sino es de tal forma. La participación es una exigencia de la fe recibida en el bautismo que hace a todos partícipes de la vida y misión de la Iglesia. Que, aunque se ha avanzado en este aspecto aun cuesta trabajo y obliga a voltear a ver a quienes aún continúan quedando al margen.

Este sínodo es una gran oportunidad para una conversión pastoral en clave misionera y ecuménica, pues se busca una Iglesia sinodal, es decir, un lugar abierto, donde todos se sientan en casa y puedan participar, además de ir acercándose al ideal de una Iglesia de la escucha hacia los hermanos y hermanas acerca de las esperanzas que poseen, las crisis de fe, las urgencias de renovación pastoral; pero también de escuchar el Espíritu en la adoración y la oración. Es la oportunidad de ser una Iglesia cercana con actitudes de compasión y ternura, que es propio de la Iglesia del Señor, aquella que se hace cargo de las fragilidades y las pobrezas del tiempo, curando heridas y sanando corazones.

Hermanos “que este Sínodo sea un tiempo habitado por el Espíritu”, Papa Francisco.

Marco Antonio Torres Zavala | 3ero de Teología

30 Jun 2023

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En este verano, algunos sacerdotes del equipo formador del Seminario de Monterrey, compartirán compartirán diferentes cursos de formación continua para todos aquellos que quiera seguir profundizando en su fe. 

Puedes solicitar informes en la Escuela Bíblica Arquidiocesana de Monterrey, enviando un mensaje de WhatsApp al 818-476-33-580 y en la Universidad de la Arquidiócesis de Monterrey(*), al WhatsApp: 812-42-43-019

Cursos

Pobreza, Riqueza y Doctrinal Social Cristiana.

Expositor: Pbro. José Luis Fernández Guajardo

Secretario General y Prefecto Disciplina del Instituto de Filosofía

4 al 6 de julio de 11:00 a.m. a 1:00 p.m.

Modalidad: Presencial

Lugar: Escuela de Teología Papa Francisco (Monterrey, Centro)

Costo de recuperación: $300

Presencia del perdón condicional e incondicional en los evangelios sinópticos

Expositor: Pbro. Dr. Francisco Javier Cantú Garza

Auxiliar de Espiritualidad y Prefecto de Estudios del Instituto de Filosofía  

11-12 de julio de 11:00 a.m. a 12:30 p.m.

Modalidad: En línea

Costo de recuperación: $150

La vocación cristiana en la Sagrada Escritura

Pbro. Lic. Jesús Jorge Moreno Cruz

Auxiliar de Espiritualidad y Prefecto de Pastoral del Instituto de Filosofía

Modalidad: En línea

17-20 de julio de 8:00 a 9:30 p.m.

Costo de recuperación: $300

Dios salve la razón. Implicaciones antropológicas y políticas de la noción del Dios cristiano.

Expositor: Pbro. Lic. Jesús Alejandro Hernández López

Viernes 21 de julio de 11:00 a.m. a 1:30 p.m.

Modalidad: Presencial

Lugar: Escuela de Teología Papa Francisco (Monterrey, Centro)

Costo de recuperación: $150

San Ireneo y la formación del Canon Bíblico.

Pbro. Dr. Juan Pedro Alanís Marroquín

Auxiliar de Espiritualidad, Prefecto General de Estudios  del Instituto de Teología

Modalidad: Presencial

Escuela Bíblica Arquidiocesana (Campus Los Lermas).

Sábado 22 de julio de 10:00 a.m. a 1:00 p.m.

Costo de recuperación: $150

Acompañamiento del sentido y proyecto de vida en adolescentes y jóvenes. (*)

Pbro. Lic. Darío Fco. Torres Rodríguez

Coordinador de Espiritualidad del Seminario Menor  y Coordinador del Departamento de Comunicación.

Modalidad: En línea

Inicia el 3 de Julio

Contacto: 81 1160-1390 

WhatsApp: 81 2424 3019 

02 Sep 2022

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El reloj registra las 23:56 hrs. En algún lugar del mundo, el padre godínez ha dejado la oficina; el operario marca su hora de salida mientras distingue al que registra la entrada; la cansada madre de familia apagó la luz de la cocina; la madre soltera se dispone a engañar al maestro de su hijo haciendo su tarea, o reproducir con su pequeña princesa un mundo imaginario de compras, cocina y veterinaria; el estudiante experimenta la adrenalina de enviar su tarea con 3 minutos de anticipación al horario límite; el conductor siente en su rostro el aire fresco de la carretera, anhelando llegar a la meta; la pareja enamorada rehúsa concluir la conversación; el adolescente que llega a casa es reprendido sin posibilidad de disimular los efectos del alcohol; y el joven misionero rememora su día apostólico, profundizando su experiencia de encuentro con Dios. Pero en todos los casos, en todos los lugares del mundo, la conciencia se sienta a solas con Dios, escuchando su voz en el recinto más profundo de su corazón (GS 16). 

En su caso, el misionero escribe, registra la voz de Aquel que le llama durante el día. Rememora un día caliente, las puertas que toca y las personas que salen; las puertas que se quedan cerradas y los perros que ladran con rabia. Recuerda a quienes le hacen pasar a la sala, y quienes se niegan a atenderlo. Cuestiona a Dios aquellos casos de indiferencia, pero se regocija por las personas que consoló y reanimó a causa de sus palabras y testimonio. No puede olvidar la tierna figura de la abuelita que le sirvió un vaso de agua fresca con tanto cariño; pero aún le duele la ofensiva mentada de aquel anciano malhumorado. 

Le conmueve la mirada de la anciana postrada en la cama, que le advierte su partida al encuentro con sus padres y hermanos ya fallecidos. Le brota una lágrima al recordar la sonrisa de aquel niño desahuciado a causa de su leucemia en etapa terminal. Recordar a los padres del pequeño, tomados de la mano con una sonrisa falsa, tan falsa como la esperanza de sobrevivir, hace que el joven misionero quiebre en un amargo llanto a causa de tristeza e impotencia.

Pero en su corazón escucha la voz de Aquel que puede compadecerse de nuestras flaquezas, de quien ha sido probado en todo como nosotros, menos en la impureza (Hb 4,15). De esta manera, el misionero recurre a la fe para mirar los acontecimientos desde el punto de vista de Jesús, es decir, repasa su día desde los ojos de Jesús (LF 18). Así la fe se convierte en el punto de partida para discernir el llamado de Dios. 

Pero, ¿Por qué la misión se convierte para el joven en un espacio para escuchar lo que Dios quiere de su vida? Los que conocen de la vocación dirán que Dios ha puesto en el corazón de cada joven la necesidad de responder a la alegría del amor. Solo de este modo su existencia podrá dar frutos. Yo me pregunto si el padre godínez, el operario, la madre de familia, el estudiante, el conductor, la pareja de enamorados, el adolescente reprendido, entre otros tantos, tienen la necesidad de dar frutos para encontrar sentido a su existencia. Pero dejemos en libertad a cada uno de ellos para que emitan una respuesta propia.

Volviendo al diario del joven misionero, este enfrenta el reto de reconocer la forma concreta en que Dios le llama a vivir la alegría del amor. En este sentido, la reflexión de la experiencia misionera se convierte en un espacio de discernimiento vocacional. Esto consiste en un proceso de diálogo con el Señor para elegir su estado de vida. Se comprende como un caminar en el cual Dios da luces para la elección de una vocación totalmente personal: matrimonio, vida religiosa, orden sacerdotal, por mencionar tres estados elementales. 

¿Cuál es el proceso del joven que enfrenta la misión buscando descubrir el estado de vida al que Dios le invita? ¿Cuál es la experiencia en el corazón de quien ha descubierto la vocación que Dios le invita y vive la misión desde ese estado de vida? ¿Cuál es tu pensamiento y sentimiento al llevar a cabo una misión desde la realidad en que Dios te ha puesto? 

Porque la realidad supera la idea, toda misión exige un diálogo entre la idea y la realidad. Por lo tanto, la idea se elabora, pero la realidad es (EG 231). La realidad iluminada por el razonamiento (EG 232) es la ventana para buscar atender la voluntad de Dios en cualquier estado de vida; en cualquier oficio que se desempeña para llevar el pan a la mesa; o en cualquier misión apostólica. 

De este modo, solo una misión contenida en el amor y atención al prójimo; así como las tareas más cotidianas orientadas al cuidado de quienes amamos, se convierten en el medio para escuchar el llamado de Dios que conduce a la alegría del corazón humano. 

Angel Salvador Martínez Chávez

Seminarista | 1ero. de Teología

13 May 2016

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Por: Reynaldo Lázaro, seminarista.

“Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe” (1 de Corintios 15, 14). Estamos en un tiempo privilegiado, lleno de gozo y alegría por la Resurrección del Señor, que nos trae vida en abundancia. Este año jubilar de la Misericordia y toda nuestra vida, se nos invita a vivir como verdaderos testigos de la Resurrección. Salir al encuentro de nuestros hermanos y ser promotores de gracia, misericordia y vida.

Tenemos que ir al encuentro profundo con el rostro misericordioso de Cristo, poder contemplar su mirada, su rostro y su cuerpo sufriente a través de nuestros hermanos en condiciones más vulnerables. Aún y cuando experimentemos nuestra flaqueza humana, un sentimiento de impotencia ante el sufrimiento y el dolor de los demás, busquemos ser testigos de misericordia por la gracia y el amor de Dios. El encuentro con nuestros hermanos más débiles, debe ser una experiencia de la misericordia de Dios. Contemplar a cada uno de los hermanos es contemplar a Cristo viviendo su Pasión, Muerte y Resurrección. Participar y vivir el triduo pascual en cada uno de ellos: en los enfermos, los indigentes, los ancianos, los niños, los muchachos en rehabilitación, etcétera; tenemos que comportarnos como un verdadero prójimo y traspasar las barreras de la indiferencia y acercarnos a sanar y cubrir las heridas, teniendo una mirada contemplativa y una obra activa de misericordia para ellos.

Debemos dejar aún lado nuestro egoísmo y no encerrarnos en nuestra propia experiencia de Resurrección, tenemos que ser verdaderos testigos y ser como los primeros discípulos del Señor Jesús: “dar a conocer lo que oímos, lo que vieron nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos… se los anunciamos ahora” (1 Jn 1, 1-3). Hoy en día, muchos hermanos nuestros están pasando por momentos de sufrimiento y dolor; son momentos en que se unen a la Pasión y Cruz de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros como discípulos y seguidores del Señor Jesús, debemos estar atentos a la voz de Dios que nos habla a través del dolor y del sufrimiento de nuestros hermanos. Debemos acompañarlos en su pasión, siendo misioneros de misericordia y testigos de la Resurrección. Llevémosles aliento, esperanza, caridad y la vida plena transmitida en Cristo Jesús. “Porque la Misericordia del Señor es eterna, aleluya” (Salmo 135).

01 Abr 2016

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El Papa Francisco publicará el viernes 8 de abril su exhortación postsinodal “Amoris laetitia” (“La alegría del amor”), en la que reunirá las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la familia de octubre de 2015.

La presentación se hará a las 6:30 de Buenos Aires (a las 11:30 de Roma) y participarán el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos; el cardenal Christoph Schonborn, arzobispo de Viena, y el matrimonio Francesco Miano y Giuseppina De Simne in Miano, quienes participaron como consultores en el Sínodo.

Así lo informó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi SJ, quien detalló que la exhortación postsinodal hará énfasis en “la alegría, el amor y la familia” a lo largo de 324 puntos contenidos en unas cien páginas.

El documento, que Francisco firmó el 19 de marzo, estará dedicado a los miembros de la Curia, a los matrimonios y a todos los fieles.

El Sínodo de los Obispos realizado en octubre de 2015 en el Vaticano con la participación de más de 250 prelados de todo el mundo tuvo como tema “La vocación y misión de la familia en la Iglesia y en el mundo moderno”. Los obispos debatieron sobre diversos temas relacionados a la familia entre los que estuvieron la preparación para el sacramento del matrimonio, la atención pastoral a las familias en dificultad, la violencia familiar, entre muchos otros. El 24 de octubre de 2015, el Sínodo dio a conocer un documento final con las conclusiones de su debate.

 

Con información de Pastoral Siglo XXI
www.pastoralsiglo21.org

15 Dic 2015

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Existe una criatura en la que el diálogo entre la libertad de Dios y la libertad del hombre se realiza de modo perfecto, de manera que las dos libertades puedan actuar realizando plenamente el proyecto vocacional; una criatura que nos ha sido dada para que en ella podamos contemplar un perfecto designio vocacional, el que debería cumplirse en cada uno de nosotros.

¡Es María, la imagen salida del designio de Dios sobre la criatura! Es, en efecto, criatura como nosotros, pequeño fragmento en el que Dios ha podido verter todo su amor divino; esperanza que nos ha sido dada para que mirándola, podamos también nosotros aceptar la Palabra a fin de que se cumpla en nosotros.

María es la mujer en la que la Santísima Trinidad puede manifestar plenamente su libertad electiva. Como dice San Bernardo comentando el mensaje del ángel Gabriel en la anunciación: « Esta no es una Virgen encontrada en el último momento, ni por casualidad, sino que fue elegida antes de los siglos; el Altísimo la predestinó y se la preparó ».Y San Agustín ya había escrito mucho antes: « Antes que el Verbo naciese de la Virgen, El ya la había predestinado como su madre ».

María es la imagen de la elección divina de toda criatura, elección hecha desde la eternidad y totalmente libre, misteriosa y amante. Elección que, normalmente, va más allá de lo que la criatura puede desear para sí: que le pide lo imposible y le exige sólo una cosa: el valor de fiarse.

Pero la Virgen María es también modelo de la libertad humana en la respuesta a esta elección. Ella es la muestra de lo que Dios puede hacer cuando encuentra una criatura libre de acoger su propuesta. Libre de pronunciar su « sí », libre de encaminarse por la larga peregrinación de la fe, que será también la peregrinación de su vocación de mujer llamada a ser Madre del Salvador y Madre de la Iglesia. Aquel largo viaje se concluirá a los pies de la cruz, con un « sí » todavía más misterioso y doloroso que la hará ser plenamente madre; y, después, también en el cenáculo, donde engendra y sigue todavía hoy engendrando, con el Espíritu, la Iglesia y cada vocación.

María, en fin, es la imagen perfectamente realizada de la « mujer », perfecta síntesis del alma femenina y de la creatividad del Espíritu, que en Ella encuentra y escoge la esposa, virgen madre de Dios y del hombre, hija del Altísimo y madre de todo viviente. ¡En Ella cada mujer encuentra su vocación de virgen, de esposa, de madre!

 

Fuente: María, madre y modelo de cada vocación, Obra Pontificia para las Vocaciones Eclesiásticas, 1997

11 Dic 2015

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La fiesta de la Inmaculada concepción de María que se celebra el 8 de Diciembre, es sin duda, una fecha importante para la Iglesia y para el Curso Introductorio del Seminario de Monterrey (CI), que celebra esta fecha con gran ánimo, por ser nuestra Madre Inmaculada patrona de nuestra casa. Durante esta festividad, se llevan a cabo diversas actividades tanto espirituales, como culturales.

En el aspecto espiritual en el CI iniciamos el novenario desde el pasado 29 de Noviembre, durante el cual, cada día contamos con un sacerdote u obispo invitado a presidir la Eucaristía, coros de la región que comparten con nosotros horas santas. Entre otras actividades, durante los Rosarios y momentos de adoración a Jesús Sacramentado reflexionamos las virtudes de la Inmaculada Virgen María.

En el aspecto cultural, el CI, dio inicio a la celebración el pasado sábado 5 de Diciembre a las 3:30 p.m. con la Kermes, en la que hubo juegos, casa de los espantos, antojitos y la obra de teatro “El poder de la fe” preparada por los seminaristas de CI, el día finalizó con la Hora Santa en la cual se presentó el ministerio de música Jésed. El domingo 6, iniciamos las actividades a las 11:30 con una peregrinación desde la capilla del Espíritu Santo en Paso Hondo, Allende, NL. hacia el CI para vivir la Eucaristía a las 12:00 del día. Una vez terminada, tuvimos nuevamente la Kermes y la obra de teatro.

El novenario dio fin el 8 de Diciembre, con la celebración de la Eucaristía presidida por nuestro Arzobispo Mons. Rogelio Cabrera López en punto de las 12:00 del día.

Para los seminaristas del Curso Introductorio, celebrar la fiesta de la Inmaculada Concepción de María, es motivo de alegría y motivación en nuestro caminar vocacional.

María representa para nosotros un modelo, de obediencia, fidelidad y pureza, a ella encomendamos nuestra vocación, para que podamos formarnos a imagen de su hijo Jesús.

13 Jul 2015

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El Papa Francisco con los jóvenes en Paraguay

“Las Bienaventuranzas son el plan que Jesús tiene para ustedes jóvenes, nos ayudan a ir contra corriente”, lo dijo el Papa Francisco en el Encuentro con los Jóvenes del Paraguay en el litoral de la Costanera de la bahía de Asunción.

Este domingo, 12 de julio, en su última actividad en Paraguay, el Santo Padre encontró a los Jóvenes con quienes diálogo de modo espontáneo después de haber escuchado algunos testimonios y haber entregado su discurso.

Audio completo de las palabras espontáneas del Santo Padre:

En su discurso entregado, el Pontífice resaltó la valentía de los jóvenes paraguayos y dijo que en los testimonios de los jóvenes se evidenciaron dos claves importantes: los amigos y los retiros espirituales. “Los amigos, dijo el Papa, es de los regalos más grande que una persona, que un joven puede tener y puede ofrecer. Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús. Cuando uno quiere a alguien, le está al lado, lo cuida, ayuda, le dice lo que piensa, sí, pero no lo deja tirado. Los amigos se hacen el aguante, se acompañan, se protegen. Así es el Señor con nosotros. Nos hace el aguante”.

Refiriéndose a los retiros espirituales, el Obispo de Roma afirmó que “San Ignacio hace una meditación famosa llamada de las dos banderas. Describe por un lado, la bandera del demonio y por otro, la bandera de Cristo. Con esta meditación, nos hace imaginar, como sería pertenecer a uno u a otro equipo. Sería como preguntarnos, ¿con quién querés jugar en la vida? Y dice San Ignacio que el demonio para reclutar jugadores, les promete a aquellos que jueguen con él riqueza, honores, gloria, poder. Serán famosos. Todos los endiosarán”.

Por otro lado, señaló el Sucesor de Pedro, “nos presenta la jugada de Jesús. No como algo fantástico. Jesús no nos presenta una vida de estrellas, de famosos, por el contrario, nos dice que jugar con él es una invitación, a la humildad, al amor, al servicio a los demás. Jesús no nos miente. Nos toma en serio”.

(Renato Martinez – RV)

Texto del discurso entregado por el Papa Francisco

Queridos jóvenes:

Me da una gran alegría poder encontrarme con ustedes, en este clima de fiesta. Poder escuchar sus testimonios y compartir su entusiasmo y amor a Jesús.

Gracias a Mons. Ricardo Valenzuela, responsable de la pastoral juvenil, por sus palabras. Gracias Manuel y Liz por la valentía en compartir sus vidas, sus testimonios en este encuentro. No es fácil hablar de las cosas personales y menos delante de tanta gente. Ustedes han compartido el tesoro más grande que tienen, sus historias, sus vidas y cómo Jesús se fue metiendo en ellas.

Para responder a sus preguntas me gustaría destacar algunas de las cosas que ustedes compartían.

Manuel, vos nos decías algo así: «Hoy me sobran ganas de servir a otros, tengo ganas de superarme». Pasaste momentos muy difíciles, situaciones muy dolorosas, pero hoy tenés muchas ganas de servir, de salir, de compartir tu vida con los demás.

Liz no es nada fácil ser madre de los propios padres y más cuando uno es joven, pero qué sabiduría y maduración guardan tus palabras cuando nos decías: «Hoy juego con ella, cambio los pañales, son todas las cosas que hoy les entrego a Dios y estoy apenas compensando todo lo que mi madre hizo por mí».

Ustedes jóvenes paraguayos, sí que son valientes.

También compartieron cómo hicieron para salir adelante. Dónde encontraron fuerzas. Los dos dijeron: «En la parroquia». En los amigos de la parroquia y en los retiros espirituales que ahí se organizaban. Dos claves muy importantes: los amigos y los retiros espirituales.

Los amigos. La amistad es de los regalos más grande que una persona, que un joven puede tener y puede ofrecer. Es verdad. Qué difícil es vivir sin amigos.  Fíjense si será de las cosas más hermosas que Jesús dice: «yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre» (Jn 15,5). Uno de los secretos más grande del cristiano radica en ser amigos, amigos de Jesús. Cuando uno quiere a alguien, le está al lado, lo cuida, ayuda, le dice lo que piensa, sí, pero no lo deja tirado. Así es Jesús con nosotros, nunca nos deja tirados. Los amigos se hacen el aguante, se acompañan, se protegen. Así es el Señor con nosotros. Nos hace el aguante.

Los retiros espirituales. San Ignacio hace una meditación famosa llamada de las dos banderas. Describe por un lado, la bandera del demonio y por otro, la bandera de Cristo. Sería como las camisetas de dos equipos y nos pregunta, en cuál nos gustaría jugar.

Con esta meditación, nos hace imaginar, como sería pertenecer a uno u a otro equipo. Sería como preguntarnos, ¿con quién querés jugar en la vida?

Y dice San Ignacio que el demonio para reclutar jugadores, les promete a aquellos que jueguen con él riqueza, honores, gloria, poder. Serán famosos. Todos los endiosarán.

Por otro lado, nos presenta la jugada de Jesús. No como algo fantástico. Jesús no nos presenta una vida de estrellas, de famosos, por el contrario, nos dice que jugar con él es una invitación, a la humildad, al amor, al servicio a los demás. Jesús no nos miente. Nos toma en serio.

En la Biblia, al demonio se lo llama el padre de la mentira. Aquel que prometía, o mejor dicho, te hacía creer que haciendo determinadas cosas serías feliz. Y después te dabas cuenta que no eras para nada feliz. Que estuviste atrás de algo que lejos de darte la felicidad, te hizo sentir más vacío, más triste. Amigos: el diablo, es un «vende humo». Te promete, te promete, pero no te da nada, nunca va a cumplir nada de lo que dice. Es un mal pagador. Te hace desear cosas que no dependen de él, que las consigas o no. Te hace depositar la esperanza en algo que nunca te hará feliz. Esa es su jugada, esa es su estrategia. Hablar mucho, ofrecer mucho y no hacer nada. Es un gran «vende humo» porque todo lo que nos propone es fruto de la división, del compararnos con los demás, de pisarle la cabeza a los otros para conseguir nuestras cosas. Es un «vende humo» porque, para alcanzar todo esto, el único camino es dejar de lado a tus amigos, no hacerle el aguante a nadie. Porque todo se basa en la apariencia. Te hace creer que tu valor depende de cuánto tenés.

Por el contrario, tenemos a Jesús, que nos ofrece su jugada. No nos vende humo, no nos promete aparentemente grandes cosas. No nos dice que la felicidad estará en la riqueza, el poder, orgullo. Por el contrario. Nos muestra que el camino es otro. Este Director Técnico les dice a sus jugadores: Bienaventurados, felices los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por la justicia. Y termina diciéndoles, alégrense por todo esto (cf. Mt 5,1-12).

¿Por qué? Porque Jesús no nos miente. Nos muestra un camino que es vida, que es verdad. Él es la gran prueba de esto. Es su estilo, su manera de vivir la vida, la amistad, la relación con su Padre. Y es a lo que nos invita. A sentirnos hijos. Hijos amados.

Él no te vende humo. Porque sabe que la felicidad, la verdadera, la que deja lleno el corazón, no está en las «pilchas» que llevamos, en los zapatos que nos ponemos, en la etiqueta de determinada marca. Él sabe que la felicidad verdadera, está en ser sensibles, en aprender a llorar con los que lloran, en estar cerca de los que están tristes, en poner el hombro, dar un abrazo. Quien no sabe llorar, no sabe reír y por lo tanto, no sabe vivir. Jesús sabe que en este mundo de tanta competencia, envidia y tanta agresividad, la verdadera felicidad pasa por aprender a ser pacientes, a respetar a los demás, a no condenar ni juzgar a nadie. El que se enoja, pierde, dice el refrán. No le des el corazón a la rabia, al rencor. Felices los que tienen misericordia. Felices los que saben ponerse en el lugar del otro, en los que tienen la capacidad de abrazar, de perdonar. Todos hemos alguna vez experimentado esto. Todos en algún momento nos hemos sentido perdonados, ¡qué lindo que es! Es como recobrar la vida, es tener una nueva oportunidad. No hay nada más lindo que tener nuevas oportunidades. Es como que la vida vuelve a empezar. Por eso, felices aquellos que son portadores de nueva vida, de nuevas oportunidades. Felices los que trabajan para ello, los que luchan para ello. Errores tenemos todos, equivocaciones, miles. Por eso, felices aquellos que son capaces de ayudar a otros en su error, en sus equivocaciones. Que son verdaderos amigos y no dejan tirado a nadie. Esos son los limpios de corazón, los que logran ver más allá de la simple macana y superan las dificultades. Felices los que ven especialmente lo bueno de los demás.

Liz, vos nombraste a Chikitunga, esta Sierva de Dios paraguaya. Dijiste que era como tu hermana, tu amiga, tu modelo. Ella, al igual que tantos, nos muestra que el camino de las bienaventuranzas es un camino de plenitud, un camino posible, real. Que llena el corazón. Ellos son nuestros amigos y modelos que ya dejaron de jugar en esta «cancha», pero se vuelven esos jugadores indispensables que uno siempre mira para dar lo mejor de sí. Ellos son el ejemplo de que Jesús no es un «vende humo», su propuesta es de plenitud. Pero por sobre todas las cosas, es una propuesta de amistad, de amistad verdadera, de esa amistad que todos necesitamos. Amigos al estilo de Jesús. Pero no para quedarnos entre nosotros, sino para salir a la «cancha», a ir a hacer más amigos. Para contagiar la amistad de Jesús por el mundo, donde estén, en el trabajo, en el estudio, en la previa, por whastapp, en facebook o twitter. Cuando salgan a bailar, o tomando un buen tereré. En la plaza o jugando un partidito en la cancha del barrio. Ahí es donde están los amigos de Jesús. No vendiendo humo, sino haciendo el aguante. El aguante de saber que somos felices, porque tenemos un Padre que está en el cielo.

 

Con información de news.va

10 Jun 2015

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Pbro. Juan Carlos Arcq comparte los acontecimientos que Dios ha suscitado en su Iglesia y en el Seminario en estos tiempos

Reciban un sincero y agradecido saludo en Cristo Jesús.

En este espacio deseo presentarme a cada uno de ustedes, para compartir desde la fe, los acontecimientos que la Providencia de Dios ha suscitado en su Iglesia  y en el Seminario en estos tiempos.

Mi nombre es Juan Carlos Arcq Guzmán, tengo 48 años de edad y 17 de ordenado sacerdote. Cursé mis estudios en el Seminario de Monterrey, a donde entré al concluir mi sexto semestre de Arquitectura. A mis 22 años de edad me llamó el Señor a dejar la construcción de casas para dedicarme a construir su Reino. Ya ordenado estuve cuatro años en la Curia trabajando de cerca con mi Arzobispo, Don Adolfo Antonio Suárez Rivera, en el secretariado de Catequesis y en el Tempo de San Maximiliano María Kolbe. A los cuatro años de ordenado fui invitado a irme de misión a Chiapas donde atendí una parroquia rural que abarcaba dos municipios y 53 comunidades. Estuve 4 años por allá y al regresar el entonces nuevo Arzobispo, Don Francisco Robles Ortega, me pidió iniciar, en el Departamento de Misiones un nuevo proyecto misionero para todas las parroquias: Pueblo de Dios en Misión.

Estando aún en ese proyecto, se me pidió asumir Raza Nueva en Cristo, un proyecto de misión con pandillas. Eran tiempos de mucha violencia (2009 – 2010) cuando fui enviado a las calles a predicar, junto con jóvenes pandilleros la Buena Nueva de Jesús. En aquel entonces no pensé que yo podría sacar adelante dicho proyecto tanto por mis limitaciones personales como por mi estado de salud por el que pasaba en aquel momento. Sin embargo, Dios me dio la fortaleza y sabiduría de su Espíritu para cumplir la misión encomendada formando a pandilleros para ser misioneros.

En mayo del 2013, nuestro nuevo Arzobispo, Mons. Rogelio Cabrera López, me invitó al Seminario para implementar, como encargado del área pastoral y como párroco de San Miguel Arcángel (en Juárez), un proyecto de renovación misionera del Seminario. El objetivo, me dijo el Arzobispo, era lograr que los nuevos sacerdotes salieran con una actitud más misionera y con disponibilidad a ser enviados con alegría a las parroquias más pobres y necesitadas.

Estaba apenas planeando dicho proyecto cuando una nueva sorpresa, totalmente inesperada por mi y por el equipo formador: El Padre Hilario González, fue nombrado Obispo de Linares y un servidor fue nombrado como su sucesor asumiendo el cargo de Rector del Seminario de Monterrey.

Desde el día que fui nombrado en diciembre, mucha gente me ha hablado para saludarme y felicitarme. La verdad me cuesta entender porqué me hablan, ya que algunos lo hacen pensando en que me dieron un “ascenso” en la Iglesia, un “puestazo”; otros comparten su alegría expresando con fe que es la voluntad de Dios. Yo la verdad, lo único que sé, es que, desde que en 1986, a mis 20 años encontré a Jesús vivo y decidí seguirlo sin condiciones, toda encomienda que me han hecho, ya sea como coordinador laico de un grupo de jóvenes o como Rector del Seminario, no es otra cosa sino un paso más en el camino, en el único camino.

En mis convicciones, no existen en la Iglesia “puestos” más importantes a los que debemos aspirar; creo que un servicio es un compromiso de continuar sirviendo a Jesús y seguirle a donde quiera que Él nos lleve, así sea lo que para algunos sería un “descenso”. Lo que mi madre me enseñó y eso es lo que aspiro, es amar y servir a los más pobres, a los excluidos, a los más marginados social y religiosamente.

Ahora no estoy en una parroquia pobre o con pandilleros, pero estoy con muchos jóvenes alegres que desean seguir a Jesús y a ellos soy enviado a servir buscando que no tengan otros intereses, que no aspiren a otra cosa, si no a seguir y amar a Jesús y al pueblo de Dios. Cuando miro sus rostros y sus esperanzas, cuando escucho sus anhelos  y contemplo sus sueños, entonces se que, aunque nunca lo anhelé o esperé, estoy en el lugar que debo estar.

Me encomiendo a sus oraciones y los espero cada primer domingo de Mes en la Misa de bienhechores.

Dios les bendiga.

Atte: Pbro. Juan Carlos Arcq Guzmán

Rector del Seminario de Monterrey.

 

10 Jun 2015

HELLO! 1

El 19 de noviembre del 2014, el Papa Francisco nombró Obispo de Linares al sacerdote Hilario González García

La Diócesis de Linares se localiza en la ciudad del mismo nombre en el Estado de Nuevo León en México. Su parroquia sede es la Catedral de San Felipe Apóstol. Al igual que la Diócesis. Al igual que las Diócesis de Saltillo, Tampico, Matamoros, Piedras Negras, Ciudad Victoria y Nuevo Laredo, es diócesis sufragánea de la Arquidiócesis de Monterrey.

La diócesis original de Linares fue erigida en 1766 con territorio de las diócesis de Guadalajara, México y principalmente de Michoacán, mas, desde estos primeros tiempos los obispos preferían residir en Monterrey por razones prácticas, pasando con el tiempo la sede a esa ciudad. La actual diócesis data del 30 de abril de 1963, por bula papal  de Juan XXIII.

El municipio de Linares cuenta con una extensión territorial de 2.445,2 km2 y de acuerdo a los resultados del Censo de Población y Vivienda 2010 cuenta con una población total de 78,669 habitantes.

El día 19 de noviembre de 2014 se hizo público en la Ciudad del Vaticano, en L’Osservatore Romano, periódico oficial de la Santa Sede, que SS. El Papa Francisco, nombró como nuevo Obispo de Linares al sacerdote Hilario González García, presbítero de la Arquidiócesis vecina de Monterrey, quien se desempeñaba como rector del Seminario de Monterrey.